La operación terrestre del ejército isaraelí avanza firme y el premier Benjamin Netanyahu evalúa la posibilidad de una ocupación militar ante una eventual victoria sobre Hamas.
Por Nataniel Peirano
El 28 de octubre se dio comienzo a una incursión histórica de Israel en la Franja de Gaza con todo su peso militar. Tras el ataque a más de 2.500 posiciones estratégicas de Hamas, todo parece indicar que más temprano que tarde, el ejército israelí neutralizará la amenaza terrorista.
Los bombardeos sincronizados con la operación terrestre le permiten al presidente Benjamin Netanyahu hablar ante la prensa del futuro de Gaza, de la población de Palestina y de los planes para que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) asuman el mando de la seguridad.
El mandatario de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, también especula con el resultado de la guerra y espera unificar los territorios palestinos. ¿Es viable una ocupación de Israel en términos sociales y políticos?

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El futuro de Franja de Gaza, entre intereses palestinos e israelíes
El ejército de Israel está arrasando con Gaza, con golpes certeros a la estructura de Hamas y graves daños colaterales: el desplazamiento y la muerte de civiles, que alarman a la comunidad internacional.
La destrucción de los túneles, de los objetivos militares y los asesinatos de varias figuras de los altos mandos de la agrupación, parecieran indicar que el brazo armado de Hamas está debilitado. La situación que a principios de octubre parecía desesperante hoy se presenta favorable para Israel y permite pensar en el futuro de la región o al menos en Franja de Gaza.
En diálogo con los alcaldes de las ciudades fronterizas, el presidente israelí Benjamin Netanyahu rechazó la posibilidad de que una fuerza internacional controle la seguridad en Gaza y pretende que las Fuerzas de Defensa asuman la responsabilidad de forma indefinida.

El secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, advirtió a Israel sobre la ocupación, aunque admitió la necesidad de un período de transición para que Palestina vuelva a gobernar sus territorios.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, se mostró abierto a volver a controlar Gaza ante una eventual victoria de Israel, pero espera que la recuperación del control integre un acuerdo político que incluya Cisjordania y Jerusalén Este, con intenciones de dialogar acerca de las colonias israelíes adentradas en Palestina.
La ocupación colonial en Cisjordania y Jerusalén y la posibilidad de que suceda lo mismo en Gaza
Cisjordania y Jerusalén viven una realidad distinta a la Franja de Gaza, pero no tan distante en términos de confrontación con Israel. Las únicas áreas de control del gobierno palestino se ve amenazada por la expansión de las colonias y de la violencia.
Al menos 115 palestinos murieron en el territorio gobernado por la ANP desde el comienzo de la guerra entre Hamas e Israel y la expansión de viviendas no deja de crecer, incluso en un año tan complicado para la región. En julio de este año, el gobierno de Netanyahu aprobó la construcción de 5.700 viviendas que se suman a las 7.349 que se habían habilitado en marzo y supera ampliamente los 4.000 asentamientos construidos en 2022.

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El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ya denunció la ilegalidad de la ocupación y distintas ONGs realizaron informes que retratan la violencia que sufren los palestinos y la difícil relación que mantienen las fuerzas de seguridad israelíes.
Lo que se vive en Cisjordania y Jerusalén del Este puede extenderse a Gaza, si es que Israel logra vencer a Hamas y hacerse con el control del territorio. La creciente cantidad de víctimas civiles, los desplazamientos de los sobrevivientes y los daños producidos por los bombardeos no permitirían una aceptación de una presencia permanente o transitoria de las Fuerzas de Defensa, tal y como pretende el premier Benjamin Netanyahu.