Los rebeldes hutíes de Yemen le declararon la guerra a Israel y realizaron operaciones en la zona de Eilat, con la promesa de más ataques.
Por Nataniel Peirano
Los rebeldes de Yemen fueron noticia por una serie de ataques con drones y misiles balísticos y de crucero sobre la ciudad turística de Eilat, en medio de la ofensiva terrestre que emprendió Israel en la Franja de Gaza contra Hamas.
Es el tercer ataque desde el 7 de octubre, fecha en la que se produjo el ataque de Hamas en suelo israelí, lo que desencadenó una nueva guerra entre dichas facciones. A esto se suma la detección de un avión hostil no tripulado yemení por parte del ejército de Israel.
“Estos drones pertenecen al Estado de Yemen”, afirmó Abdelaziz bin Habtour, primer ministro nombrado por los rebeldes que controlan parte del país y están enfrentados con el gobierno ¿Quienes son los hutíes? ¿Qué importancia tienen en Yemen?
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La guerra civil en Yemen, un país fraccionado en dos
Desde 2015, Yemen es un país sometido a dos dinámicas de gobierno, como consecuencia de una guerra civil que no tiene fin. Los rebeldes hutíes, que controlan la capital, y los remanentes del exiliado presidente Abdo Ravu Mansur Hadi, se enfrentan por el control del país sin una imposición clara.
El movimiento Hutí, surgido en la década del ’90 en la gobernación norteña de Sa’dah, es una organización política-religiosa de confesionales zaydíes, rama del Islam Shií que profesa la tercera parte de la población yemení.
Bajo el liderazgo de Hussein Badreddin al-Houthi, el grupo surgió como oposición al expresidente yemení Alí Abdalá Salé. Hussein lo acusó de corrupción y lo criticó por estar respaldado por Arabia Saudita y Estados Unidos, a costa de los intereses de los yemeníes.

Hussein fue asesinado en Sa’dah en 2004 tras resistirse al arresto junto con varios de sus guardias ante el ejército yemení, lo que desató la insurgencia hutí en Yemen. Desde entonces, salvo un breve período, el movimiento ha sido liderado por su hermano Abdul-Malik al-Houthi.
Ese mismo año, los hutíes se declararon en rebelión contra el Gobierno central provocando un alzamiento de gran parte del territorio del noroeste del país. Para prevenir un golpe de Estado, el gobierno realizó una operación en 2009 contra los rebeldes que tuvo como resultado 8.000 muertos y 120.000 desplazados, pero sin una solución real para el conflicto.
La Revolución del 2011, evento que forma parte de la Primavera Árabe, representó la salida de miles de personas a las calles para reclamar un cambio en la representación política. Protestas en todo el país, numerosas renuncias de diputados afines al partido gobernante y un atentado al presidente Salé, llevaron a su dimisión tras 33 años.
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El vacío de poder que se dio con la asunción del vicepresidente Hadi como primer mandatario permitió el avance del Movimiento Hutí desde la provincia de Sa’dah, hasta que en 2014 se dio el paso definitivo a un golpe de Estado. De agosto a septiembre, la rebelión hutí logró la deposición del presidente Hadi y la disolución del Parlamento y la asunción formal del poder de un Comité Revolucionario.

Los rebeldes tomaron el palacio presidencial en la capital, Saná, forzando el traslado del gobierno de Yemen a Adén. A pedido de Hadi, una coalición de Estados encabezada por Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos intervino en una gran porción del este del país para restaurar el gobierno, reconocido por la comunidad internacional y apoyado por Estados Unidos.
En 2015 se desató la guerra civil que continúa hasta la fecha y que provocó una catástrofe humanitaria en Yemen, con más de 150.000 muertos, incluyendo 14.500 civiles. El caos interno resultó ser un terreno libre de acción para los rebeldes, que les permite establecer su agenda en Medio Oriente, incluyendo los ataques a Israel.
El detrás de los hutíes: “antisionismo” y odio a Israel
Los rebeldes hutíes predican el rechazo al salafismo, el antisionismo y el antiimperialismo, por lo que consideran enemigos del mismo calibre al jihadismo sunní, al wahabismo saudí, a Israel y a Estados Unidos.
El eslogan es claro: “Dios es grande, muerte a Estados Unidos, muerte a Israel, maldición a los judíos y victoria del islam“.

El portavoz del Movimiento Hutí, Yahya Sria, justificó el asalto aéreo realizado contra Israel con drones y misiles balísticos y de crucero, argumentando que se llevó a cabo “por sentido de responsabilidad religiosa, moral, humanitaria y nacional hacia la población de Gaza, ante la debilidad del mundo árabe y la connivencia de algunos países árabes con Israel”, de acuerdo al medio The Times of Israel.
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Como pudimos observar con Hamás, la rivalidad con el Estado israelí tiene una motivación religiosa y la reivindicación de Islam como método de vivir y gobernar en Medio Oriente; y el Movimiento Hutí no contempla un Estado de Israel en la región.