El mandato de más de 10 años de Vladimir Putin afronta dos frentes: la posible reelección y el conflicto con los ucranianos.
El hombre más importante y poderoso de Rusia, Vladimir Putin, somete una vez más su mandato prácticamente ininterrumpido de 24 años, a los entramados de la política rusa con una economía de guerra y las tensiones con Ucrania en aumento.
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Las elecciones de Rusia, ya en agenda
A casi dos meses de las elecciones presidenciales, la Federación Rusa ya comienza a entrar en la dinámica electoral y los movimientos estratégicos del poder. Gracias a la reforma constitucional de 2020, Vladimir Putin podría ejercer su tercer mandato de seis años, incluso un cuarto que lo mantendría en el poder hasta 2036. Con el antecedente de una representatividad creciente en las votaciones de 2012 y 2018, el oficialismo es optimista.
El actual mandatario ruso estuvo en el cargo desde 2000 a 2008 y de 2012 a 2024. En el período 2008-2012 lo sucedió Dmitri Medvédev, a quien apoyó y le brindó el respaldo de todos los partidos que lo habían acompañado en el pasado.

En cada elección, el aval de los ciudadanos hacia Putin fue en aumento: 63,60% en 2012 y 76,69% en 2018, aunque 2024 podría ser el año en el cual parte de los votantes opten por otro candidato.
El contexto económico y social, influenciado por la guerra en Ucrania, puede llegar a dirigir los votos a un cambio en la dirigencia política. Debido al gasto militar y a las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea, el país experimenta un aumento de la inflación interanual que impacta en el consumo del ciudadano ruso.
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Desde el Kremlin no se animan a estimar fechas para la conclusión de la guerra, al menos en el corto plazo. Lo que sí pudo observarse fue el incremento del presupuesto destinado al gasto militar por parte de ambos países. En este sentido, para costear la mayor inversión en Defensa de la historia y el encarecimiento de las importaciones, el gobierno ruso decidió reformar la estructura fiscal en busca de más recaudación, a costa de los ingresos del sector privado.
Muertes, gasto de dinero, la probabilidad de una escalada y de mayores sanciones internacionales son los aspectos del conflicto que más preocupan a Putin.
La oposición a Putin, ¿quiénes son?
El primero que hay que mencionar es Alexei Navalny, el líder opositor más importante de Rusia que vive una situación compleja. Lejos de la actividad política, se encuentra detenido desde 2021 por incentivar protestas antigubernamentales en contra de Putin.

Con otros enfrentamientos con la Justicia en su haber y una historia de investigaciones periodísticas sobre la corrupción en el gobierno ruso, fue condenado a 19 años bajo cargos de extremismo y un tribunal dictaminó su traslado a una prisión de régimen especial donde compartiría espacio con los presos más peligrosos de Rusia.
En diciembre de 2023 estuvo incomunicado durante 20 días hasta que se concretó su traspaso desde la colonia penal IK-6 de la región de Vladimir a una prisión de máxima seguridad más allá del Círculo Polar Ártico.
Desde su reclusión, Navalny busca utilizar su figura para apoyar a un candidato, aunque las opciones son pocas. En un principio elegiría entre Yevgueni Roizman, ex alcalde de Ekaterimburgo, y el nóbel de la paz Dmitri Murátov, director del diario Nóvaya Gazeta.

- Por fuera de la esfera de Navalny, está Yekaterina Duntsova, la más reciente irrupción en la política de Rusia, pero que rápidamente quedó fuera del proceso electoral por errores en la documentación presentada para habilitar su postulación.
Entre sus principales propuestas se encontraban el fin del conflicto con Ucrania, un paquete de reformas democráticas y la liberación de presos políticos.
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Duntsova había recibido el apoyo de 521 de los más de 700 asistentes a un congreso independiente realizado en Moscú y contaba también con una iniciativa popular de más de 300.000 firmas que respaldaba su candidatura.
Una opción más factible es Grigori Yavlinski, líder de Yábloko, el único partido opositor legal en Rusia quien tiene más posibilidades de ser registrado por los organismos electorales. Para presentarse a elecciones, Yavlinski busca reunir 10.000.000 de firmas como forma de garantizar un piso de votos a la hora de enfrentarse al actual mandatario.

A pocos meses de las elecciones, la oposición a Vladimir Putin se encuentra en jaque. Sin un rival firme, la construcción del poder político del líder ruso, así como su reelección, parece inevitable.




