Reunidos en La Haya, los líderes de 53 países llamaron a minimizar las reservas de combustible nuclear enriquecido, de manera de impedir que miembros de grupos extremistas consigan bombas atómicas.
En la tercera cumbre de seguridad nuclear desde 2010, dirigentes de 53 países -entre ellos, el presidente de EE.UU., Barack Obama- dijeron que se habían realizado avances en los últimos cuatro años. Pero también dejaron claro que quedaban por delante muchos desafíos y subrayaron la necesidad de un aumento en la cooperación internacional, para asegurar que el uranio altamente enriquecido (HEU por su sigla en inglés), el plutonio y otras sustancias radiactivas no caigan en manos equivocadas. EE.UU. y Rusia dejaron de lado sus diferencias sobre Crimea para respaldar el comunicado final, destinado a reforzar la seguridad nuclear en todo el mundo, junto con otras grandes potencias atómicas como China, Francia, Alemania y Gran Bretaña.
“Instamos a los Estados a minimizar sus reservas de uranio enriquecido y mantener sus reservas de plutonio a niveles mínimos, ambos coherentes con los requerimientos a nivel nacional”, señalaron en el comunicado final. En ese marco, doce países acordaron eliminar los materiales de uranio altamente enriquecido (HEU) que poseen y reconvertirlo en otros de aplicación civil, según anunciaron antes del inicio de la III Cumbre sobre Seguridad Nuclear. El acuerdo fue suscripto por los líderes de Chile, la República Checa, Dinamarca, Georgia, Hungría, México, Corea del Sur, Rumanía, Suecia, Turquía, Ucrania y Vietnam. Estos países agradecieron a EE.UU. y Rusia por su “asistencia en la conversión del combustible de reactores de investigación con HEU en otro con uranio de bajo enriquecimiento y en los esfuerzos relacionados con la eliminación de HEU”.
Analistas consideran que los grupos extremistas podrían teóricamente construir una bomba nuclear básica pero mortífera si tuvieran el dinero, el conocimiento técnico y los materiales necesarios. La obtención de material nuclear con capacidad para componer un arma -HEU o plutonio- supone el mayor desafío para los grupos extremistas, por lo que debe permanecer seguro en almacenes.
Fuentes: Reuters, EFE y Xinhua