Doctor en Filosofía (UBA), profesor universitario, periodista y, por sobre todas las cosas, un ser muy inquieto. Le gusta leer, escribir y dar clases. Investiga temas de filosofía de la mente y la psicología de sentido común. Suele publicar artículos académicos en revistas nacionales y extranjeras. Trabajó como profesor universitario en FFyL de la UBA, en la Universidad Di Tella y en la UCES. En Twitter es @capitanintriga
1 – El Banquete, de Platón.
Un grupo de amigos se reúnen a celebrar el premio que recibió el dueño de casa y, mientras corren las copas de vino y los bocados, cada invitado intenta explicar qué es el amor. Cada punto de vista es diferente y se opone al anterior, pero todos coinciden en que enamorarse fue siempre un secreto que cautivó a hombres y mujeres a lo largo de la historia. Se trata de uno de los diálogos más bellos de Platón y una gran manera de ponerse a pensar y a revisar las propias creencias sobre el amor.
2 – Meditaciones Metafísica, de René Descartes.
Uno de los libros filosóficos más lindos del mundo y, si se me permite, una de las piezas literarias más bellas jamás escritas. A lo largo de seis noches, el francés René Descartes destruye toda la realidad que conocemos en busca de un conocimiento del que no se pueda dudar con argumentos tan originales como inteligentes. Sigue siendo tan entretenido y provocador como hace 370 años.
3 – Los problemas de la filosofía, de Bertrand Russell.
Editado en 1912, este pequeño libro de Bertrand Russell se mantiene como un genial mapa sobre algunos de los temas fundamentales de la filosofía y de cuestiones epistemológicas. El texto tiene más preguntas que respuestas y obliga al lector a enfrentarse a problemas que quizá nunca imaginó, pero que, una vez que conoce, lo obligan a reflexionar.
4 – Guía del Autoestopista Galáctico, de Douglas Adams.
La ciencia ficción puede ayudarnos a pensar y a reflexionar al enfrentarnos a dilemas profundos que surgen de escenarios inéditos y cautivantes. Así, series como Star Trek o Black Mirror nos muestran cómo podrían ser las cosas en un futuro no tan lejano. Esta novela de Douglas Adams cumple el mismo objetivo pero con una novedad: es muy graciosa y absolutamente disparatada. No hay manera de leerla y no volverse fan.
5 – Kryptonita, de Leonardo Oyola.
¿Y si Superman, Flash, la Mujer Maravilla y el resto de los grandes superhéroes hubiesen crecido en el Gran Buenos Aires? Con esta premisa, el argentino Leonardo Oyola construyó un relato que me fascinó la primera vez que lo leí y al que vuelvo con frecuencia, porque siempre descubro un detalle nuevo o una referencia que se me había pasado de largo. Las aventuras de la banda de Nafta Super revela un nuevo universo que no está en Metrópolis ni en Ciudad Gótica, sino a la vuelta de la esquina.