El presidente norteamericano, Joe Biden, y su par chino, Xi Jinping, se reunieron por segunda vez y dialogaron sobre el tráfico de drogas, acuerdos militares y los conflictos en Franja de Gaza y Taiwán.
Joe Biden y Xi Jinping, los presidentes de las dos potencias más importantes del mundo, tuvieron una histórica cumbre en Filoli Estate para discutir el futuro de las relaciones militares de Estados Unidas y China, el abordaje de la guerra entre Israel y Hamas en Franja de Gaza, la problemática de Taiwán, y las medidas a tomar para frenar la expansión del mercado de fentanilo.
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En medio de las evidentes tensiones geopolíticas y en la previa del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico celebrado en territorio estadounidense, los presidentes se reunieron por segunda vez para aliviar las tensiones.
La pandemia, el globo espía que sobrevoló espacio aéreo estadounidense, las disputas en el comercio internacional y los conflictos en Medio Oriente, Taiwán y Filipinas pusieron peligrosamente en bandos separados a ambas potencias.
Los acuerdos militares entre Estados Unidos y China
Estados Unidos y China tienen bien marcados sus intereses y posicionamientos en todos los conflictos, jugando un papel de peso y contra peso en el ajedrez mundial. El largo enfrentamiento con intermediarios desgastó la relación que había tenido su mejor momento durante la presidencia de Donald Trump.
La reunión entre Biden y Xi Jinping permitió reanudar las comunicaciones militares que Beijing había abandonado tras la visita de Nancy Pelosi a Taiwán, la presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, en agosto de 2022.
El diálogo con fines militares es fundamental para que los dos países más importantes del mundo ejerzan con coordinación y responsabilidad su rol en el mundo.

El gesto de China para ayudar a Estados Unidos en su lucha contra el fentanilo
Hace un tiempo, Estados Unidos está sumergido en la crisis del fentanilo, una de las drogas más fuertes y letales que se han visto. Tan grande es la problemática que de las 107.888 muertes por sobredosis en 2022, 73.798 estuvieron relacionadas con este opioide sintético.
La cantidad de muertos eclipsa a otras problemáticas con estupefacientes e, incluso, supera el número de víctimas de los últimos conflictos bélicos como Vietnam, Irak y Afganistán.
Su efecto en las calles y hospitales alarmó al gobierno de Joe Biden y determinó medidas de urgencia principalmente para controlar la prescripción médica y facilitar el tratamiento por adicción, pero el fentanilo sigue en las calles.
Según el Departamento de Justicia estadounidense, los recursos usados para fabricar fentanilo proceden en su gran mayoría de compañías químicas de China. La investigación determinó que estas empresas suministran las sustancias a los cárteles mexicanos, en específico los de Jalisco y Sinaloa.
En la cumbre de Filoli Estate, Xi Jinping se comprometió a que China reduzca la producción de los componentes utilizados para producir el opioide y así ayudar a Estados Unidos en la lucha contra esta droga desde su territorio.
Taiwán, la isla que divide las aguas entre Estados Unidos y China
Uno de los puntos más críticos de la conversación entre los mandatarios en San Francisco, fue Taiwán. Para Xi Jinping, es una isla que tiene un gobierno ilegítimo y debe ser unificada dentro de la República Popular China. Mientras que para Biden, es un territorio autónomo y debe respetarse su desarrollo apartado de la China continental.
Para entender el conflicto hay que saber que Taiwán alternó su pertenencia a China y a otros países como Países Bajos, cuando fue colonia holandesa a mediados del siglo XVII, y Japón, cuando los chinos perdieron la primera guerra y debieron entregar sus territorios, entre ellos esta isla.

Después de la Segunda Guerra Mundial, China recuperó el control de ese territorio para perderlo inmediatamente como producto de los resultados de la guerra civil. Desde ese entonces, Taiwán transita un camino separado del gobierno de Beijing, pero sin haber declarado su independencia.
Durante la reunión entre Joe Biden y Xi Jinping en Filoli State, no hubo ningún tipo de avance, pero sí solicitudes. China pretende que Estados Unidos deje de armar a Taiwán y permita la reunificación pacífica, mientras que los estadounidenses pretenden que se respeten los procesos electorales que se llevan a cabo desde 1992, año de la primera elección en la isla.
La intermediación de China para evitar una escalada en Medio Oriente
Cuando la invasión israelí en Franja de Gaza para erradicar a Hamas todavía estaba en etapa de planeamiento, el régimen iraní había amenazado con involucrarse en el enfrentamiento armado. Desde el estallido del conflicto a principios de octubre, crecieron los ataques a las bases estadounidenses en Irak y Siria y se agravaron tras el comienzo de la operación terrestre de Israel.
A raíz de los focos de conflicto fuera de Gaza, las acusaciones de Estados Unidos a grupos cercanos a la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, y con temor de que se produzca una escalada en Medio Oriente, la diplomacia estadounidense pide colaboración a China para interceder juntos.

A diferencia del gobierno estadounidense, China lleva construyendo y reforzando la relación diplomática con Irán. El vínculo es tan positivo que se firmaron acuerdos de cooperación bilateral sobre todo en el ámbito económico y el gigante asiático brindó apoyo fundamental para que el régimen de Teherán tenga su programa nuclear, una problemática histórica que involucra a Estados Unidos. Además, se respaldan mutuamente en los reclamos como es el caso de Irán con la disputa china sobre Taiwán.
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Más allá de los intereses y rivalidades, Joe Biden apela a que Xi Jinping aproveche el estrecho lazo que tiene con Irán y propicie un diálogo que garantice calma a la región y al mundo entero.




