La banda criminal de México marcó un antes y un después en el área del narcotráfico y supo forjar alianzas con otros grupos de Estados Unidos y Europa.
Por Dolores Barón
Los Zetas fue una banda criminal de México que irrumpió en la escena del narcotráfico y cambió toda su dinámica. Además, crearon alianzas internacionales en Europa y Estados Unidos. Entre muchos de sus delitos, cometieron asesinatos, desmembramientos a plena luz del día y dejaron cadáveres colgados en la ruta a la vista de todos los ciudadanos.
¿Cómo fueron los inicios de Los Zetas?
El grupo de crimen organizado surgió a finales de la década de los 90 y nació como parte del cartel del Golfo en México. El jefe de esa organización, Osiel Cárdenas Guillen, tenía deseos de formar su propio ejército y reunió a los hombres más temerarios y con más entrenamiento del país. Uno de ellos era Arturo Guzmán Decena, quien después sería conocido como el “Z-1”, un soldado capacitado en operaciones de contrainsurgencia e inteligencia.
Al desertar una misión del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFES), Guzmán Decena se unió a Cárdenas Guillen. Luego, reclutó a 30 prófugos como él y la banda criminal comenzó a cobrar vida. De hecho, muchos desertores de otros grupos de élite, como “Los Kaibiles”, se incorporaron al nuevo movimiento que se estaba forjando.
Los métodos sanguinarios de Los Zetas
En 2002, ocurrió un hecho que cambiaría el rumbo de Los Zetas por completo: efectivos del ejército mexicano mataron a Guzmán Decena. Incluso, poco después de esto capturaron a su sucesor, Rogelio González Pizaña. De esta manera en 2004, Heriberto Lazcano, también conocido como “Lazca” o “Z-3”, tomaría el mando.
Además, en 2003 detuvieron al primer fundador del grupo, Cárdenas, y tuvo su extradición a Estados Unidos en 2007. Esto rompió las relaciones que tendrían con el cartel del Golfo y se consolidó el grupo de Los Zetas, disputando terrenos y negocios con su antiguo aliado.
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En un rápido crecimiento, llegaron a controlar fuerzas policiales municipales, fiscalías estatales, centros penitenciarios y sectores de la Policía Federal y el Ejército mexicano. Su modus operandi era completamente sanguinario: llegar a una localidad, eliminar a sus competidores sea como sea y buscar “cooperación” en miembros de las fuerzas policiales.
Fueron los pioneros en ingresar la cocaína sudamericana a Europa al aliarse con carteles del viejo continente. Además, con estas nuevas cooperaciones, lograron controlar gran parte de las rutas migratorias, cobrando así mucho más poder.
La caída de la banda criminal más grande de México
Sin embargo, a partir del 2012, su imperio empezó a derrumbarse. No solo uno de sus miembros más importantes, Iván Velázquez Caballero, alias Z-50, se independizó del grupo, sino que en octubre de ese año el líder de la banda, Lazcano, fue asesinado en un enfrentamiento con la Marina mexicana.
El grupo narco quedó debilitado y al borde de su desaparición, que pareció ser más provocada por errores propios que por aciertos del Estado. Hubo una disputa por liderazgos y de hecho el grupo se dividió en dos: “Los Zetas de la vieja escuela” y “el Cártel del Noreste”, que actualmente es más fuerte.
Casi todos los integrantes de Los Zetas de la vieja escuela, es decir, los originales, se encuentran encarcelados y fueron extraditados a Estados Unidos.