La presidenta de la Comisión de Energía y Combustibles de la Cámara de Diputados se refirió a la nacionalización de YPF y a la reglamentación de la Ley de Soberanía Hidrocarburífera.
-¿Cómo observa el proceso de transformación del rol del Estado en el sector petrolero, a partir de la sanción de la Ley de Soberanía Hidrocarburífera, su posterior reglamentación y la conformación de la Comisión de Planificación de Inversiones?
-Lo veo como una cuestión muy positiva, porque creo que el Estado argentino debe buscar incidir en normas que hemos dictado desde el Parlamento, como la denominada “Ley Corta”, que les dio muchísimas atribuciones a las provincias en cumplimiento del artículo 124 de la Constitución Nacional. Si nosotros evaluamos esto fríamente, por diversos motivos algunas de las provincias no han concesionado nuevas áreas, no se ha avanzado en investigación geológica, no ha habido nuevas inversiones y no se han renegociado los contratos petroleros con empresas que ya están radicadas y que están pidiendo la extensión de sus concesiones. Entonces, creemos que el marco que da el Decreto 1277 permite a la Nación sentarse a una misma mesa con las provincias y con los operadores del sector, planificar qué es lo que se va a hacer y, sobre todo, fijar una política común en toda la Argentina. Era lo que nos estaba faltando, ya que desde la implementación de la “Ley Corta”, en alguna medida, el sistema se había desarticulado.
-¿No cree que se trata de un avance de la Nación sobre las provincias en sus potestades?
-No. Yo creo que es un complemento necesario. Puedo dar ejemplos concretos. Hay provincias que han negociado y han otorgado nuevas áreas, como Chubut, Mendoza o Neuquén. Sin embargo, hay otras provincias, como Tierra del Fuego o Santa Cruz, que en todo este lapso de tiempo no han realizado ninguna de estas actividades que la ley permitía. Si nosotros queremos recuperar un recurso estratégico para la Argentina, tenemos que darle una dinámica, no invadiendo jurisdicciones, sino coordinando concretamente cuáles son las funciones de cada una, incentivando a las provincias, buscando los mejores equipos profesionales y técnicos y también obviamente ejerciendo el control. En mercados oligopólicos como el del petróleo, es importante que exista regulación y que no volvamos a la situación de desguace que se había producido en el mercado de los hidrocarburos en Argentina.
-Uno de los desafíos que tiene la Argentina a nivel exploratorio es la plataforma continental. ¿Cómo ve el rol futuro de Enarsa, que tiene la titularidad de los permisos de exploración en el mar Argentino, después de la nacionalización de YPF?
-Yo creo que es importante que haya una complementación y estoy segura de que se va a dar. Es importante sostener en esta etapa a Enarsa, que tiene la posibilidad de realizar la exploración en el mar Argentino, pero tiene también facultades por ley para llevar adelante programas de energías alternativas, como el Genren. Me parece que pueden ser organismos que se complementen y que colaboren en el sentido de buscar el autoabastecimiento, que es nuestro gran desafío; debemos reducir las importaciones, reposicionar a la Argentina como un actor importante en el mercado de los hidrocarburos y, en algún momento, convertirnos nuevamente en exportadores de petróleo.
-Por último, ¿cómo ve la política que lleva adelante la Cancillería para denunciar las actividades de exploración de hidrocarburos en la zona de Malvinas por parte de compañías petroleras británicas?
-En 2003 cambiamos la posición que veníamos teniendo con respecto a Malvinas. Hoy tenemos una política de Estado centrada en la recuperación pacífica y en hacer conocer nuestra lucha a los distintos niveles, incluso requiriendo la solidaridad internacional. Ya hemos probado con la política de la seducción, que llevó en su momento a ese paraguas que se había buscado para que Argentina pudiera recuperar su soberanía, y no nos dio ningún resultado. Debemos convocar a los actores internacionales para que acompañen nuestro reclamo y dar a conocer al mundo lo que pasa en el Atlántico Sur con respecto al país invasor, Gran Bretaña, que está explorando en busca de petróleo de una manera que hasta podría llegar a ocasionar daños ambientales, en una zona que hay que preservar y que está tan cercana a la Antártida. Los británicos también han realizado una acción predatoria sobre los recursos de la pesca. No se trata solamente de la soberanía, sino del cuidado del recurso para el planeta. A mí, desde que soy diputada por Tierra del Fuego -la provincia que comprende las islas Malvinas-, me llama la atención la solidaridad de los Parlamentos del mundo, de grupos de amistad con Argentina en función de la causa Malvinas y, sobre todo, el cambio del pueblo y de los dirigentes de nuestro vecino Chile, primero con Michelle Bachelet y ahora con su actual presidente Sebastián Piñera, con una política continuada de apoyo a la Argentina. Esto nos ubica en un lugar mucho mejor para lo único que estamos pidiendo hoy, que es que se cumplan las resoluciones de Naciones Unidas.