“Un Beechcraft B-200 de la Armada Argentina realizó un vuelo de control de la flota pesquera china, que solicitó el ingreso a la zona económica exclusiva para resguardarse de un temporal”, comunicó el Ministerio de Defensa.
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La misión tuvo lugar tras un fuerte temporal, con olas de 7 metros y vientos de más de 100 km/h. En consecuencia, China pidió autorización para que sus buques pesqueros, que se encontraban en el área adyacente, ingresaran dentro del límite establecido por la milla 200.
Buques chinos en el Mar Argentino
Según informó la cartera de Defensa, ante la consecuente solicitud de la autoridad marítima nacional SAR, la Armada Argentina otorgó el permiso para el ingreso y permanencia en un sector delimitado al lateral del Golfo San Jorge, alejado de los caladeros de pesca.
El vuelo del Beechcraft B-200, aeronave de exploración de la Escuadrilla de Vigilancia Marítima -dependiente del Comando Conjunto Marítimo– tuvo por objetivo constatar que los 260 buques pesqueros chinos hubieran abandonado el área asignada por esta Fuerza y se encontraran fuera de nuestra Zona Económica Exclusiva (ZEE).
De acuerdo al Ministerio, este vuelo se suma a otras medidas adoptadas desde el 1 de marzo por el Comando Conjunto Marítimo con el objetivo de monitorear y constatar que los buques no efectúen actividades de pesca durante el resguardo.
En ese sentido, explicaron, la verificación de velocidad de los pesqueros y el análisis del patrón de navegación y la posición AIS (sistema automático de identificación), sumados a las imágenes satelitales de la CONAE, fueron algunas de las medidas adoptadas para dar cumplimiento a las normas nacionales vigentes y el cuidado de los recursos marítimos.
Vigilancia marítima: una operación permanente
Las aeronaves navales cuentan, asimismo, con un sistema automático incorporado que posibilita la identificación de los buques. Esa información es vital para las centrales de operación y las unidades de superficie desplegadas en nuestro litoral marítimo.
“La Armada Argentina forma parte del Sistema Integrado de Control de Actividades Pesqueras (SICAP), en el marco del Plan de Acción Nacional, para prevenir, desalentar y eliminar la Pesca Ilegal, No Declarada, no Reglamentada (INDNR), dictado por la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura de la Nación”, detallaron.

Cabe señalar que, finalizada la exploración, no se encontraron buques extranjeros realizando tareas de pesca dentro de la Zona Económica Exclusiva.
La pesca ilegal que amenaza la soberanía argentina en Malvinas
La presencia de los buques chinos se suma a la llegada de la flota española a las aguas que circundan a las Islas Malvinas, con licencias de pesca ilegales otorgadas por el gobierno isleño, una situación recurrente de hace más de tres décadas.
En ese sentido, la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada es una de las mayores amenazas a la sustentabilidad global de los océanos. La actividad consiste en la operación de grandes buques factorías subsidiados por sus Estados de bandera, que depredan los mares sin control alguno.
Pesca ilegal: pérdidas de hasta 3.500 millones de dólares para Argentina
La plataforma continental argentina es una de las más amplias del mundo y su alta productividad hace de esta región marina un refugio de relevancia global para diferentes especies. El impacto de estas actividades es millonario. Se estima que Argentina sufre anualmente pérdidas por hasta 3500 millones de dólares.
Según reportes oficiales, aproximadamente el 60% de los buques industriales y semiindustriales involucrados en la pesca en el Atlántico Sur son de origen asiático, principalmente de China.
De hecho, la ONG Oceana detectó que, entre 2018 y 2021, el 66% de los barcos de bandera china que estaban operando fuera de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de la Argentina apagaron sus sistemas de ubicación y estuvieron más de 600.000 horas sin poder ser localizados.

Mientras tanto, en aguas de Malvinas, la presencia de la flota española es todo un problema. Lo hace desde el puerto de Vigo, año a año, para la zafra del calamar. Para eso, utiliza licencias otorgadas por el gobierno isleño, a espaldas de la Argentina, que son por 25 años. Las actuales se extienden hasta 2047.
Buques extranjeros y la complicidad del puerto de Montevideo
A esto se suma la actitud sospechosa del puerto de Montevideo, que concentra aproximadamente 1.500 descargas anuales de los buques que operan en el Atlántico Sur. Allí también se reabastecen los barcos procedentes de Malvinas.
Según la organización no gubernamental Océanos Sanos, el puerto de Montevideo es el segundo mayor del mundo en recepción de pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.

Además, la zona del Atlántico sudoccidental, que comparten Argentina, Uruguay y Brasil, es una de las pocas áreas de aguas internacionales donde no existe un organismo regional de ordenación pesquera (OROP). Un dato: no se puede conformar un organismo de este tipo debido a la presencia de la administración isleña de Malvinas, una autoridad ilegítima para Argentina y otros países de la región.
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Mientras tanto, los recursos pesqueros del Atlántico Sur siguen siendo depredados por flotas extranjeras. Y el mar Argentino sufre la doble consecuencia de estas actividades y de la presencia ilegal de barcos pesqueros en aguas de Malvinas.




