El joven de 23 años es estudiante de Ingeniería Electrónica y se dedica a diseñar e imprimir prótesis 3D para ayudar a los que menos tienen. “La tecnología tiene que impulsar la inclusión, pero no desde un costado económico”, sostiene. Por Redacción DEF
¿Las demandas sociales dan lugar a los cambios tecnológicos? ¿O es al revés? La pregunta, que acaso no tiene respuesta, pone en evidencia que sociedad y tecnología van de la mano. En tiempos de inclusión y torrentes de información que circula por internet, los nuevos proyectos dicen mucho sobre la época y, a su vez, pueden contribuir a mejorarla.
El chubutense Franco Mazzocca, ahora radicado en Mendoza, tiene 23 años y se dedica a diseñar e imprimir prótesis 3D. “Me encanta trabajar en tecnología para la accesibilidad, noto que hay muy poco desarrollo sobre eso”, explica Franco, que hace poco comenzó a diseñar juegos de mesa para personas ciegas junto con un grupo de compañeros. Su proyecto es sin fines de lucro y apuesta al desarrollo colaborativo basado en software libre y al aprendizaje que se genera dentro de las comunidades que se forman en foros y plataformas de internet. De hecho, los diseños de Franco están basados en modelos libres desarrollados en otras partes del mundo. Su toma de posición no solo comprende una forma de aprender y enseñar: también es una postura ética frente al saber y al reconocimiento de los demás.
-¿Cuándo fue la primera vez que viste una impresora 3D?
-En la secundaria. Tenía un profesor, Daniel Madeira, que fue uno de los primeros que incursionó en armar una impresora 3D de cero. Me acuerdo de que iba a visitarlo todos los días y le preguntaba: “¿Cómo vas? ¿ya está lista?”, y cuando salió el primer hilito me lo llevé de recuerdo (risas). Al final de ese año, me puse en campaña y pude tener la mía.

-¿Qué es para vos la colaboración creativa?
–Hoy en día, contamos con un montón de herramientas para comunicarnos con gente de todo el mundo, de todos los ámbitos, y cada uno de ellos tiene algo distinto para aportar. Por lo tanto, si alguien sabe más de diseño que yo, no puedo ponerme en terco cuando algo no sale como debe y pensar que es lo mejor que se puede hacer. No, lo que debo hacer es buscar a alguien que pueda contribuir a construir algo mejor. En lo personal, trabajo bastante con software libre y me nutro de los desarrollos de un montón de personas.
El problema aparece cuando nace esa necesidad egoísta de decir: “Esto es mío y no quiero que nadie lo use”, porque termina siendo una actitud un poco hipócrita. Mi planteo es que aprendí 3D, tuve mi primera impresora y me dedico a esto gracias a la comunidad, entonces, todo lo que haga tiene que volver a la comunidad.
-¿Cómo influye la tecnología en la inclusión social?
-Es un campo en el que hay mucho por explorar. La tecnología tiene que impulsar la inclusión, pero no desde un costado económico, porque como muchas veces se trata de cuestiones muy específicas, hay gente que dice: “Puedo desarrollar algo, total hay gente que va a pagar bastante por esto”. Tendría que ser la misma tecnología la que impulse el desarrollo para hacerlo económicamente más accesible y ayudar a más gente.
-¿En qué estás trabajando en la actualidad?
-Uno de los proyectos en los que estoy trabajando se llama “La fábrica invisible”. Se enfoca en la accesibilidad para personas ciegas. Nos pareció bueno trabajar con algún juego de mesa, e investigando, nos dimos cuenta de que había muy poco. Entonces, me puse a trabajar en algunos diseños y los subimos a internet para que los puedan usar en todo el mundo. Fabricamos juegos de mesa accesibles, que van desde adaptaciones de juegos clásicos a otros concebidos desde un principio con este fin.

-¿Creés que hoy por hoy hay una tendencia más autodidacta en la educación por fuera de los canales formales?
–Creo que sí, totalmente. Es algo sobre lo que discuto un montón, porque me encuentro que lo que yo creía que era una idea de generaciones viejas, en realidad, sigue vigente. Personas de mi edad dicen: “No, pero vos necesitás un título, eso te abre las puertas”. Me parece bien, yo estudio una carrera y me quiero recibir, pero me encantaría poder decir que lo que importa es aprender lo que sabés. Hoy no solamente tenemos mucho más acceso para aprender por nuestra cuenta, también tenemos formas más directas de mostrar lo que sabemos. Obviamente, hay áreas donde la educación formal es imprescindible, como en medicina. No podés ser un médico autodidacta. Pero en el ámbito de la tecnología, se aprende mucho por cuenta propia.
-¿Cómo es la experiencia con tu canal de YouTube?
–YouTube es algo que tengo tan metido en mi ser que no podría decirte cuándo empecé a consumirlo. De chico, buscaba cómo hacer figuras de origami y empecé a seguir canales que todos los viernes subían videos. De tanto consumir eso, me gustó la idea de hacer mis videos, así que el año pasado empecé con algunos explicando qué había pasado cuando se cortó la luz o qué sucede cuando se produce un eclipse. Disfrutaba hacerlos, incluso si no me veía nadie. Después, empecé a vender impresoras 3D y encontré una plataforma muy útil para automatizar respuestas a preguntas que me hacen muchas veces: cuando un cliente tiene una pregunta, le mando el video. Eso hizo que mucha gente que está buscando en internet las mismas respuestas se encuentre conmigo. Entonces, empecé a hacer videos más seguido.
-¿Qué canales seguís?
–Me encantan los canales de “hacer cosas”. Hay uno que se llama Tested, de Adam Savage, uno de los Myth Busters. El tipo arma cosas y te lo cuenta. Una vez, pasé cuarenta minutos viéndolo armar una caja para un castor taxidermizado y no sentí que hubiera perdido el tiempo, porque si alguna vez llego a necesitar hacer una caja la voy a hacer así. Después, hay uno que me encanta: TheCrafsManSteadyCraftin. Me fascina. Y también me gustan los de investigaciones, como Smarter Everyday, o el canal de Mark Rober, un exingeniero de la NASA que ahora hace videos de YouTube. Por último, uno que no tiene nada que ver con nada: Binging with Babish, en el que hacen las comidas de las series y películas y te explican cómo las hacen. También, miro muchas curiosidades de internet y de Nintendo.
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