Francisco se encuentra en Quito para iniciar su gira sudamericana, que lo llevará también a Bolivia y Paraguay.
Durante sus visitas a Quito y Guayaquil se espera que el Papa celebre misas multitudinarias y se reúna con el presidente Rafael Correa, religiosos, grupos sociales y académicos.
Es la primera visita del Sumo Pontífice a los países sudamericanos de habla hispana luego de que en julio de 2013, apenas cinco meses después de haber asumido, viajó a Brasil a un masivo encuentro de la Jornada Mundial de la Juventud.
Ya que él mismo escogió los destinos, cercanos colaboradores suyos en el Vaticano aseguran que la gira marcará su “regreso” al continente. Su natal Argentina deberá esperar hasta el 2016 para recibirlo.
“Él quiere demostrar que se puede ver más claramente desde la periferia que desde el centro”, dijo un asesor cercano al Papa que habló en condición de anonimato. “Eligió a los países de Sudamérica con la historia más pesada de pobreza, desigualdad y dificultades, pero que ahora están emergiendo con impresionantes tasas de desarrollo”, agregó.
Jorge Bergoglio, ungido en marzo de 2013 como el primer Papa jesuita, el primero del hemisferio sur y el primero de América, es conocido por su humildad, como el haber preferido la casa de huéspedes del Vaticano en lugar de la residencia papal usada por sus antecesores.
Funcionarios del Vaticano creen que a pesar de que Francisco hará referencia a la encíclica en la veintena de discursos que pronunciará, lo más probable es que guarde lo mejor para su viaje de septiembre a Estados Unidos, epicentro de las mayores críticas a su mensaje.
El catolicismo es la religión mayoritaria en Latinoamérica aunque, desde fines del siglo pasado, viene disminuyendo su influencia. En la región viven más de 425 millones de católicos, casi el 40 por ciento de su población mundial.
Aunque los tres países que visitará el Papa tienen entre un 82 y un 93 por ciento de población que se declara católica, en otras parte de América Latina la Iglesia está perdiendo fieles que se están uniendo a denominaciones evangélicas.
Fuente: Reuters Latinoamérica