El enviado especial de Norteamérica para Ucrania, Steve Witkoff, y delegados militares acercaron una renovada propuesta, aunque algunos puntos podrían obstaculizar el fin del conflicto.
Pese a su estrecho vínculo con el Kremlin, Dmitry Kozak dejó el gabinete y se convirtió en la primera baja del gobierno por sus críticas a la conducción del conflicto en Ucrania.
La instalación Elmendorf–Richardson será la sede del primer diálogo cara a cara entre Estados Unidos y Rusia desde el comienzo de la guerra en Ucrania.