Después de años de enfrentamientos, parece abrirse una ventana para un cese al fuego. Aunque se trata de un esfuerzo similar al de 2020, esta vez la situación podría evolucionar de manera distinta.
Más allá de haber descabezado a Hamas, Tel Aviv no ha podido concretar una derrota aplastante que implique una rendición total y el consecuente descabezamiento definitivo de la organización terrorista. Las implicancias del alto el fuego.
La operación terrestre del ejército isaraelí avanza firme y el premier Benjamin Netanyahu evalúa la posibilidad de una ocupación militar ante una eventual victoria sobre Hamas.