La decisión promete una experiencia más personalizada, pero despierta fuertes debates éticos, legales y sociales sobre los límites del deseo en la inteligencia artificial (IA).
OpenAI acaba de mover una ficha que buscará redefinir la competencia tecnológica mundial: ChatGPT Atlas promete un internet sin necesidad de buscadores.
La empresa de Sam Altman lanzó un modelo de ‘opt-out’ que permite usar obras con copyright, a menos que sus titulares lo bloqueen, cambiando las reglas del juego en derechos de autor.
Un sistema similar a ChatGPT realiza ataques cibernéticos y filtraciones en su base de datos a través de un software malicioso. Qué medidas se toman para combatirlo.