El ex diplomático estadounidense de 73 años fue uno de los infiltrados más resonantes. El caso ya llegó a la Justicia norteamericana.
La diplomacia y los organismos de inteligencia están en alerta máxima por el espionaje más grande de los últimos tiempos. Victor Manuel Rocha, quien fue ex miembro del Consejo de Seguridad Nacional, es acusado de ser un espía de Cuba y revelar información para afectar la política exterior de Estados Unidos durante los últimos 40 años.
El caso de Rocha ya está en el Departamento de Justicia y en palabras del fiscal general Merrick Garland, los cargos exponen “una de las infiltraciones de mayor alcance y duración en el Gobierno de Estados Unidos por parte de un agente extranjero”.
40 años de espionaje para Cuba, la historia de Manuel Rocha
Manuel Rocha, de origen colombiano y nacionalizado estadounidense, es un diplomático con estudios en las universidades de Yale, Harvard y Georgetown. Inició su carrera en 1981 y para 1994 fue designado subdirector de Asuntos Interamericanos en el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, con una responsabilidad especial sobre los temas relacionados a Cuba. Además fue subdirector de la Sección principal de Intereses de EE.UU. en la isla caribeña.
En la década del ’90, ocupó cargos de embajador en Argentina, Bolivia, Honduras, República Dominicana y México.
Durante su paso por Bolivia, advirtió al pueblo boliviano en 2002 de que Estados Unidos tenía intenciones de cortar millones de dólares en ayuda si Evo Morales resultaba electo como presidente. Esta declaración de Rocha se tomó como una posible intervención estadounidense y Morales terminó perdiendo las elecciones de ese año.
¿Cuando Rocha cambió de bando? Se presume que desde el instante que comenzó su carrera en la diplomacia tenía en su mente actuar como un infiltrado. Y su rol en el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos durante la administración de Bill Clinton favoreció su posición, el acceso a la información y los recursos.
Manuel Rocha buscó y ocupó posiciones que le permitieran acceder a información que no estaba a disposición del ciudadano estadounidense, y durante 40 años se la facilitó a la Dirección General de Inteligencia de Cuba, de la cual formaba parte como uno de sus principales activos.
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La caída del mayor infiltrado extranjero en Estados Unidos, ¿de qué se lo acusa?
En noviembre de 2022, el FBI recibió información de que Victor Manuel Rocha era un infiltrado de la inteligencia cubana, por lo que comenzó a elaborar una operación para conseguir las pruebas de su “traición” y finalmente detenerlo.
El Buró Federal de Investigaciones dispuso a uno de sus agentes para hacerse pasar por un activo de la Dirección General de Inteligencia de Cuba. Bajo el nombre de “Miguel”, contactó a Rocha con la premisa de que había problemas en La Habana y, tras una llamada telefónica, pactaron un encuentro en el barrio de Brickell, Miami.
Antes de llegar al lugar, el diplomático implementó tácticas como una ruta de detección de vigilancia, un camino más largo para determinar si estaba siendo seguido o vigilado. Ya en la reunión, la primera de tres, reveló detalles de esas cuatro décadas al servicio del régimen cubano.
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Rocha y “Miguel” tuvieron dos reuniones más en el mismo lugar, una en febrero y otra en junio del 2023. Iban a reunirse en una cuarta ocasión para el mes de diciembre, pero no fue el caso. Cada uno de los encuentros donde el ex embajador fue detallista sobre su compromiso, lealtad y su carrera al servicio de Cuba fueron grabados en audio y video, dándole al FBI evidencia irrefutable de su testimonio e identidad.
El expediente del tribunal de Florida detalla los comportamientos de Rocha en sus encuentros con “Miguel”: “A lo largo de las reuniones, Rocha se comportó como un agente cubano. Se refirió constantemente a los Estados Unidos como ‘el enemigo’, y utilizó el término ‘nosotros’ para describirse a sí mismo y a Cuba. Además, elogió a Fidel Castro como el ‘Comandante’ y se refirió a sus contactos en la inteligencia cubana como sus ‘Compañeros’ y a los servicios de inteligencia cubanos como la ‘Dirección’, términos reveladores utilizados por los operativos cubanos”.
El 1 de diciembre dos agentes del Servicio de Seguridad Diplomática del Departamento de Estado realizaron una entrevista consensuada y voluntaria a Rocha. En ella, desmintió los encuentros con “Miguel” y ante la demostración de las pruebas, se negó a hacer comentarios.
Manuel Rocha fue acusado por tres cargos: el primero por conspiración, el segundo por actuar como agente de un gobierno extranjero y el tercero por usar un pasaporte obtenido mediante una declaración falsa, que utilizó para ingresar con nacionalidad dominicana a Cuba entre 2016 y 2017.
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El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, comunicó: “en los próximos días, semanas y meses trabajaremos con nuestros socios de la comunidad de inteligencia para evaluar todas las implicaciones a largo plazo para la seguridad nacional de este asunto”.
