El mandatario de Corea del Norte destacó la “capacidad de producción armamentística global” que rivalizaría con las principales potencias.
El régimen de Corea del Norte se promociona al mundo como un país pujante en la industria armamentística y una amenaza seria para sus vecinos asiáticos. El propio dictador Kim Jong-un le otorga a los logros militares un lugar primordial en la escasa agenda que difunde la agencia estatal del hermético país.
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En DEF te contamos acerca de los últimos proyectos norcoreanos y el rol que cumple esta nación en los conflictos actuales.
Misiles intercontinentales, armamento y elogios de Kim Jong-un
Todos los años, las pruebas balísticas de Corea del Norte inquietan a Japón, sus vecinos más cercanos y a la comunidad internacional. Sin embargo, 2024 fue especial para los norcoreanos, ya que probaron sus misiles de crucero estratégicos más poderosos.
El proyectil estrella es el Pulhwassal 3-31, la tercera versión de los Hwasal que incluye la ojiva nuclear Hwasan-31, cuya existencia fue informada a la opinión pública el año pasado. Sus especificaciones son un misterio debido al secretismo que engloba generalmente al país, pero la información que aportan las pruebas anteriores establece un piso de 2.000km de alcance, aunque se habla de un potencial de 15.000km que todavía no fue demostrado.
El anterior modelo, Hwasal-2, fue descrito por el régimen como un misil con capacidad nuclear y que podría alcanzar las bases militares de Estados Unidos en Japón. Otros modelos importantes son la serie del Hwasong, capaces de impactar a 13.000km de distancia y el Taepodong-2, con una capacidad promedio en torno a los 6.000km.
Si bien la principal preocupación está en la capacidad intercontinental del arsenal balístico, Corea del Norte lleva desarrollando un importante abanico de misiles de corto alcance orientados a la hipótesis de conflicto con Corea del Sur.
Las innovaciones tecnológicas en el área militar fueron motivo de elogios de Kim Jong-un y destacó que “Corea del Norte tiene capacidad de producción a nivel global”, lo cual lo pondría en la mesa de los grandes productores del planeta.
Durante su visita a una de las plantas armamentísticas, de la que salen los lanzacohetes múltiples de 240mm, el dictador norcoreano habló de la necesidad de “automatizar, racionalizar y modernizar los procesos de producción y de la importancia de la fabricación en serie”.
La hermana del mandatario, Kim Yo Jung, también mostró su entusiasmo ante la actualidad militar de Corea del Norte: “Seguiremos construyendo un poder militar abrumador y el más poderoso para salvaguardar nuestra soberanía, seguridad y paz regional”.
Rusia e Irán, aliados de Corea del Norte
La producción norcoreana no se queda en la península asiática y tiene múltiples destinos aparentes. Distintos organismos internacionales están investigando los vínculos militares entre Corea del Norte y algunos países que actualmente están involucrados en guerras en Europa y Medio Oriente.
El vínculo con Rusia es estrecho y se hizo notar con las felicitaciones de Kim Jong-un en la victoria electoral de Vladimir Putin y el apoyo a la guerra librada en Ucrania.
En la reciente celebración del Día de la Victoria, el dictador expresó en una carta su “apoyo y solidaridad con la sagrada causa de Rusia, esperando que usted y el valiente ejército y pueblo ruso obtengan una nueva victoria en la lucha para derrotar la política hegemónica de los imperialistas”.
La relación comercial-militar reforzada con el tiempo le permite al ejército ruso contar con suministros constantes desde munición hasta misiles, como se registró en los ataques en la ciudad ucraniana de Kharkiv. La OTAN acusó a ambos países de estar aliados, pero tanto Moscú como Pyongyang lo negaron.
El enfoque de Corea del Norte para los acercamientos a Irán parecen más ambiguos. Teherán mantiene una agenda islámica que rivaliza con Estados Unidos e Israel. En abril se registraron los históricos ataques entre los iraníes y las fuerzas de Benjamín Netanyahu. Los norcoreanos y los árabes comparten la rivalidad con Occidente y buscan unir fuerzas ante la creciente conflictividad mundial.
El ministro de Relaciones Económicas Externas, Yun Jung Ho, confirmó que encabezará una comitiva económica que viajará a Medio Oriente para reforzar los lazos con el gobierno de los Ayatollah. Corea del Norte e Irán habían pausado sus relaciones debido a la pandemia del COVID-19 y su último contacto público se registró en 2019.
Esta visita emerge como una posibilidad para establecer una nueva alianza militar, sustentada en la necesidad económica existente, que haría salir a los norcoreanos de su aislada agenda geopolítica.
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Sin buscarlo, Rusia, Irán y Corea del Norte podrían formar una tríada que rivalice directamente con influencia de las potencias occidentales en las guerras de Ucrania y Franja de Gaza.
