La muerte de Hassan Nasrallah afectó gravemente a Hezbollah, pero más aún la eliminación de Hashem Safieddine, el sucesor lógico de la organización. Tras numerosos ataques de Israel con el objetivo de dañar la red de financiamiento, la principal fuerza terrorista de Medio Oriente anunció a Naim Qassem como el nuevo secretario general.
¿Quién es Naim Qassem?
Qassem nació en el seno de una familia chiíta de Kfar Filka, Beirut, en 1953. Como algunos de los hombres de su generación, pudo estudiar en la Universidad Libanesa y se recibió de químico. En su etapa universitaria formó la Unión de Estudiantes Libaneses Musulmanes, una agrupación que buscaba difundir las creencias del Islam en el ámbito educativo.
Al igual que Hassan Nasrallah y otros dirigentes de Hezbollah, se unió al movimiento chiíta Amal y profundizó su camino religioso. Permaneció allí hasta 1979 y luego integró las primeras reuniones para fundar Hezbollah en 1982.
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Qassem y muchos jóvenes transformaron el activismo político en combate armado, contra la invasión israelí y luego entre sí en la guerra civil libanesa.

Escaló peldaños y para 1991 ya estaba a cargo de las campañas políticas de la organización y era secretario general adjunto, el segundo al mando, antes de la aparición de Nasrallah.
Fue uno de los autores de “Hezbollah: la historia desde que es el Partido de Dios, por dentro”, un documento publicado en 2005 que permitió conocer a la agrupación terrorista desde adentro.
El Consejo de la Shura, la más alta institución de la organización chiíta, lo eligió como el sucesor de Hassan Nasrralah en un momento de extrema debilidad después de diversos ataques de Israel que diezmaron al alto mando y eliminaron a su líder histórico.
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El sucesor de Hassan Nasrralah en Hezbollah
Hezbollah se encuentra en su peor momento y ante la necesidad de contraatacar a Israel. Es por esto que Qassem abandonó Beirut el 5 de octubre, una semana después de la muerte de Nasrallah. El ahora líder de Hezbollah había huído en el avión del ministro iraní de Relaciones Exteriores, Abbas Araghchi, que estaba en una visita de Estado en Líbano y Siria.
Con la finalidad de preservar su vida y no alargar la lista de víctimas en manos de las Fuerzas de Defensa de Israel, Irán lo ayudó a salir del Líbano a sabiendas de que iba a convertirse en el nuevo secretario general.

El vínculo de Teherán y la organización terrorista ya no es secreto, Israel lo dio a conocer en la rendición de cuentas de sus ataques en Beirut y el propio Qassem admitió que “Irán nos apoya y no pide nada a cambio” en su primer discurso televisivo como máximo dirigente. Además, sostuvo que “las creencias están alineadas” entre las dos figuras regionales.
Desde un lugar desconocido, Naim Qassem insistió que Hezbollah continuará con la agenda de Nasrallah y su plan de guerra contra Israel. Pese a esto, planteó la posibilidad de un alto el fuego, aunque “bajo condiciones específicas”, que buscan llevar al Líbano y a Palestina a una situación favorable.
El secretario general se mostró dispuesto a entablar negociaciones indirectas con los israelíes para lograr una tregua y aliviar la situación en Medio Oriente. Sin embargo, la paz entre Tel Aviv y los distintos actores que lo amenazan es esquiva hace meses y el final de la guerra es incierto.