A cinco días de la jura de Donald Trump como nuevo presidente de Estados Unidos, llegó la noticia más esperada. Tras arduas negociaciones que tuvieron lugar en Qatar, con la mediación del emirato y de Egipto, las delegaciones de Israel y el grupo terrorista palestino Hamas alcanzaron un acuerdo para poner fin a las hostilidades y lograr la liberación de los rehenes.

Si bien Joe Biden fue el encargado de anunciar en Washington las líneas del acuerdo y aseguró que “los rehenes volverán a casa pronto”, fue Donald Trump quien se atribuyó el éxito. El actual mandatario afirmó que fue “el resultado no solo de la extrema presión a la que se ha visto sometido Hamas y del cambio en la ecuación regional tras el alto el fuego en Líbano y el debilitamiento de Irán, sino también de la tenaz y meticulosa diplomacia estadounidense”.
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Sin embargo, fiel a su estilo, Trump, quien asumirá el próximo 20 de enero, dijo que esto “solo podría haber ocurrido como resultado de nuestra histórica victoria en noviembre, ya que le indicó al mundo entero que mi administración buscaría la paz y negociaría acuerdos para garantizar la seguridad de todos los estadounidenses y nuestros aliados”.

Un acuerdo en tres fases
El acuerdo, del que se conocieron las líneas generales, prevé tres fases y comenzará a regir el 19 de enero, un día antes de la jura de Trump. Aún no queda claro cuántos de los rehenes en poder de Hamas siguen con vida, lo que había dificultado hasta ahora la implementación de un pacto que permitiera su liberación.

La primera fase comenzará a ponerse en marcha 24 horas después de la firma y se prolongará durante seis semanas. En ese período, Hamas se comprometió a entregar 33 rehenes, en su mayoría mujeres, menores, enfermos y hombres de más de 55 años. Mientras tanto, las tropas israelíes iniciarán su retirada progresiva de la Franja de Gaza y se autorizará el regreso de los desplazados palestinos a sus hogares.
La segunda etapa comenzará a partir del día 16 del acuerdo, es decir, en paralelo con la ejecución de la primera. Consistirá en la liberación de los restantes 65 rehenes, incluidos los cadáveres de los ya fallecidos. Por su parte, Israel completará el repliegue total y pondrá en libertad a 1000 presos palestinos que cumplen condenas en sus cárceles.

Finalmente, en la última instancia del pacto, se deberá determinar quién se hará cargo de la administración de la Franja de Gaza y un plan para la reconstrucción del territorio y la infraestructura dañada por el conflicto. Esta tercera fase será supervisada por Egipto, Qatar y las Naciones Unidas.
Se espera la votación del texto por parte del gabinete israelí, presidido por el primer ministro, Benjamín Netanyahu, para la entrada en vigor del acuerdo.