Mientras los ataques entre Israel e Irán continúan, y países como Estados Unidos se involucran de forma directa en la guerra, Teherán decidió impulsar una vía diplomática. Esta iniciativa, encabezada por el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, tiene como objetivo ganar respaldo internacional y aislar políticamente a Israel.
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Irán responde: cuál es el objetivo principal de esta medida diplomática
La estrategia de Irán apunta a aislar a Israel en el plano diplomático y redirigir la narrativa internacional, al presentarse como víctima de una agresión ilegítima.
Al mismo tiempo, busca sumar el respaldo de actores clave como Rusia, China y algunos países del Golfo, con el fin de ejercer presión política sobre Tel Aviv y condicionar cualquier avance hacia una solución negociada al cese inmediato de los ataques.
Previo a los bombardeos orquestados por Estados Unidos sobre tres centros nucleares iraníes, ya se venían explorando salidas diplomáticas, muchas de ellas impulsadas por el propio gobierno norteamericano.

Además, China y Rusia se ofrecieron como mediadores en el conflicto, y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) también se propuso como árbitro en la búsqueda de una solución pacífica. Tras ciertas declaraciones de este organismo, Irán decidió responder con una amenaza hacia su director general, el argentino Rafael Grossi. Esto deja entrever una relación un tanto tensa con dicha agencia.
De esta manera, la ofensiva diplomática no solo responde a la situación actual, sino que también busca contrarrestar la influencia israelí y estadounidense en la región.
Cuáles son los países que apoyarían la vía diplomática
La iniciativa comenzó a cobrar fuerza cuando se conoció que Araghchi se reunió con el presidente ruso, Vladímir Putin, para discutir el desarrollo de la estrategia diplomática. Según información que trascendió del encuentro, el respaldo ruso no se expresaría en términos militares, sino mediante una postura firme frente al conflicto, con un apoyo pleno a Irán, similar al que este brindó a Moscú durante la guerra en Ucrania.
Países como China, Líbano y Pakistán también se alinearon con Teherán y condenaron los ataques israelíes, al tiempo que criticaron la intervención directa de Estados Unidos en la escalada. En América Latina, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, expresó su respaldo a Irán tras los bombardeos y reafirmó su rechazo al accionar israelí.

En este contexto, puede interpretarse que estos países respaldarían la medida diplomática impulsada por Irán, ya sea mediante apoyo político explícito o a través de su posicionamiento en organismos internacionales.
¿Tiene posibilidades de prosperar esta medida?
Que la medida diplomática impulsada por Irán prospere depende de múltiples factores. Por un lado, Teherán logró captar la atención y el respaldo retórico de algunos aliados estratégicos. Transformar ese respaldo en acciones concretas como sanciones, condenas formales o bloqueos diplomáticos contra Israel, presenta grandes dificultades, especialmente considerando la influencia global de Tel Aviv y el respaldo directo de Estados Unidos.
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En este escenario, la propuesta iraní podría funcionar más como una herramienta de presión y reposicionamiento político que como una solución efectiva en el corto plazo. Aun así, la estrategia no descarta una salida negociada. Irán expresó su disposición a retomar el diálogo si Israel y Estados Unidos detienen sus ofensivas.
Tanto la negociación como el intento de aislar diplomáticamente a su principal adversario siguen siendo opciones que, para Irán, permanecen sobre la mesa. Su viabilidad, por otro lado, dependerá del curso que tome el conflicto en las próximas semanas.