En medio de las negociaciones para expandir la OTAN, Grecia, Hungría y Turquía adquirieron aviones de combate para reforzar sus Fuerzas Aéreas.
Los acuerdos para que los Estados europeos traten la expansión de la Alianza Atlántica traen consigo una serie de compras de aviones que buscan, además de llegar a un consenso para fortalecer a la OTAN, reforzar las Fuerzas Aéreas de Grecia, Hungría y Turquía.
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Desde DEF proponemos una comparativa entre F-16, el F-35 y el Saab 39 Gripen; las últimas incorporaciones que surcarán los cielos europeos.
El popular F-16 en manos de Turquía
Con la condición de aceptar la entrada de Suecia a la OTAN, Turquía demandó poder comprar 40 cazas F-16 en propiedad de Estados Unidos, otro de los miembros de la alianza occidental.
El 27 de enero de 2024, los turcos concretaron la operación valuada en 23.000 millones de dólares y destrabaron el tratamiento de la adhesión de Suecia.

El F-16 es uno de los aviones más populares de la historia militar global. Fue producido en masa desde la década del 70, con más de 5.000 ejemplares en actividad y presencia en 26 países.
Siempre que se habla de este caza se destaca su estructura ágil, la visibilidad en cabina y tres números vitales por su capacidad de operación:
- Velocidad máxima de 2.400 km/h (supersónica, superior a Mach 2)
- Altura límite de 17.678m
- Gasto de combustible en torno a los 3,36 litros/km
A estas especificaciones claves se suman el peso vacío de 8.500 kilogramos, un motor F100-PW-200 que puede generar entre 64,9 y 106 kilonewtons de empuje y la capacidad para soportar maniobras de 9 G, acompañada de un asiento reclinado para ayudar a los pilotos a lidiar con las consecuencias de la Fuerza G.
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Grecia se defiende con los F-35
En una respuesta rápida a la llegada de los F-16 a la Fuerza Aérea de Turquía, Grecia incorporó 40 cazas F-35 Lightning II, una compra equivalente a 8.600 millones de dólares que también tuvo como vendedor a los estadounidenses.
Los F-35 son una de las últimas incorporaciones en las distintas ramas del ejército estadounidense. Fueron fabricados por Lockheed Martin desde 2006 y en 2015 entraron en servicio para el Cuerpo de Marines. Al año siguiente llegaron a la Fuerza Aérea y en 2019 a la Marina de Guerra.
La cercana incorporación como recurso militar en Estados Unidos no evitó que también incursione en otros países como Israel, que fue el primer país en utilizarlo en combate en 2018.
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Este caza furtivo se caracteriza por las grandes innovaciones tecnológicas de última generación, sacrificando otros aspectos de sus antecesores. La cabina tiene incorporada un sistema de reconocimiento por voz y una pantalla virtual vinculada con el casco del piloto para incluir información vital sobre la aeronave.
Además, cuenta con un radar de barrido electrónico AESA capaz de localizar objetivos en aire y en tierra a 1.600 km de distancia.
En comparación con los 2.400km/h de velocidad del icónico F-16, el F-35 alcanza una velocidad Match 1,6, siendo el punto máximo unos 1.930 km/h.

Otro punto es la altura y el motor: mientras que el modelo de los 70 llega a 17.678 metros, el techo del desarrollo más nuevo de Lockheed Martin se sitúa por encima con 18.300 metros. El monomotor Turbofán F135 le otorga al Lightning II un mayor de empuje con 178 kilonewtons de propulsión.
El F-16 y el F-35 comparten la capacidad de realizar las maniobras 9G, un distintivo frente a los cazas rivales de otros países.
Hungría destraba la expansión de la OTAN con los Saab 39 Gripen
La odisea para que Suecia llegue a la Alianza Atlántica llega a su fin. Hungría destrabó el tratamiento en el Parlamento y a cambio compró cuatro Saab 39 Gripen a los suecos para reforzar su Fuerza Aérea.
Esta compra se suma a la flota de 14 Gripen que llegaron a manos de los húngaros en 2007 y la modernización a las versiones C y D que se realizó en años posteriores. En total, Budapest tendrá 18 cazas polivalentes completamente actualizados y con mayor capacidad armamentística.
El Saab 39 Gripen alberga un monomotor Turbofán Volvo RM12 con una propulsión de 54,86 kilonewtons que le permite llegar a velocidad máxima operativa en torno a los 2525 km/h (Mach 2.31) más rápido que el F-16 y el F-35.

El Gripen es uno de los dos cazas de Occidente en utilizar un monomotor junto al F-35 estadounidense.
En cuanto al factor tecnológico, cuenta con un sistema de guerra capaz de neutralizar amenazas electrónicas enemigas, acompañado del radar modular Ericsson PS-05/a que permite detectar objetivos con un alcance efectivo y máximo de 90 y 190 kilómetros respectivamente.
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Otras especificaciones importantes son la altura máxima y la capacidad de maniobras: el Gripen tiene un techo operativo de 18500 metros y, al igual que los modelos estadounidenses F-16 y F-35, puede realizar vuelos cerca de los 9G.
En la comparativa, el avión más completo es el F-35 Lightning II desarrollado por Lockheed Martin frente al sueco Saab 39 Gripen y el popular F-16. Pero la realidad es que la incorporación de estos aviones en los distintos países de Europa y miembros de la OTAN muestra una gran capacidad de respuesta ante la latente posibilidad de guerra con Rusia.




