El programa nuclear de Irán vuelve a estar en el centro de las preocupaciones de la comunidad internacional. Estados Unidos negocia de forma indirecta y ya acercó una propuesta concreta ante la oposición de Israel de limitar el poderío armamentístico del régimen de los Ayatolas.
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La propuesta de Trump sobre el programa nuclear de Irán
El mandatario se involucró en los últimos meses en la ardua negociación entre la diplomacia estadounidense e iraní, únicamente posible gracias a intermediarios. Stevie Witkoff, el enviado especial de Trump para Medio Oriente, entregó en Roma una propuesta al canciller de Omán, Badr al-Busaidi, quien a su vez se la trasmitió a Abbas Araghchi, ministro de Relaciones Exteriores de Irán.
Donald Trump pretende que Irán conserve sus avances en el proceso de enriquecimiento de uranio, pese al riesgo de que sea destinado a la producción de armamento no convencional, tal y como ocurrió desde el último acuerdo en 2015.

Estos son los principales puntos de la propuesta presentada por Stevie Witkoff a Abbas Araghchi:
- Irán no podrá construir nuevas instalaciones de enriquecimiento y deberá desmantelar su actual infraestructura.
- Irán deberá suspender las investigaciones científicas y el desarrollo de nuevas centrifugadoras.
- Todas las instalaciones subterráneas tendrán que paralizarse por un tiempo prudencial que acuerden las partes.
- Habrá un sistema minucioso de controles a cargo del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
- Se creará un consorcio internacional para enriquecer uranio con fines pacíficos que tendría a Arabia Saudita como socia principal.
La iniciativa fue repudiada por 52 senadores y establecieron en una carta que fue recibida por Trump que rechazarán un tratado que permita a Teherán mantener su capacidad para fabricar bombas atómicas.
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Israel quiere atacar las instalaciones nucleares iraníes
El Capitolio no es el único escenario donde Trump se enfrenta a una resistencia por su postura frente a Irán. El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, consideró insuficiente el proyecto estadounidense y propuso a Washington lanzar una ofensiva militar contra Irán para destruir su capacidad nuclear.
El secretario de Asuntos Estratégicos de Israel, Ron Dermer, se reunió con Stevie Witkoff en Roma y con Donald Trump en Washington para obtener luz verde de Estados Unidos, pero no obtuvo respuestas positivas.

Pese a esto, Israel aguarda el fracaso de las negociaciones del programa nuclear de Irán para lanzar una ofensiva a gran escala. La postura del gobierno israelí fue respondida por el ministro de Exteriores de Irán, Abbas Araqchi, que afirmó que el programa nuclear de Teherán no puede ser “destruido”, con foco en las instalaciones subterráneas, y advirtió de que las capacidades de disuasión del país son “enormes”.
Por su parte, el líder supremo de Irán, Alí Jamenei, mostró su repudio a las exigencias de Estados Unidos: “Lo primero que ha dicho Estados Unidos es que Irán no debe tener una industria nuclear. Nuestra respuesta a estas peticiones sin sentido por parte de Estados Unidos es clara: no pueden hacer ni una maldita cosa sobre este asunto“, expresó un discurso en el marco del 36º aniversario de la muerte del fundador de la República Islámica, el ayatolá Ruholá Jomeiní.
Donald Trump enfrenta un duro escenario. Por un lado, la presión de Israel y la oposición en el Capitolio si se aprueba su propuesta para el programa nuclear de Irán, pero si no prospera, daría total libertad a Teherán para avanzar en la fabricación de bombas atómicas.