Las elecciones presidenciales en Ecuador se darán este próximo 9 de febrero, pero hay un tema que se destaca como un desafío crucial a resolver por el conjunto del arco político: la violencia y la inseguridad.
Estos se posicionan como los dos temas claves a resolver para los aspirantes al cargo. Este asunto podría definir no solo el futuro inmediato del país, sino también el rumbo del próximo presidente. La forma en que los candidatos aborden este tema podría ser determinante para ganar la confianza del electorado.
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Pero, ¿qué está sucediendo exactamente en el país, cuáles son las propuestas de los candidatos frente a este contexto?
El estado de emergencia: respuesta a la violencia imparable
La crisis de violencia en Ecuador ha alcanzado niveles alarmantes. Entre enero y marzo de 2024, se reportaron 1.543 casos de secuestros y extorsiones, siendo Guayas, Esmeraldas y Pichincha las provincias más afectadas. En Guayaquil, los incidentes se quintuplicaron respecto al año anterior, según estadísticas brindadas por el Ministerio de Seguridad de Ecuador.
Un hecho que conmocionó al país fue cuando el candidato presidencial ecuatoriano Fernando Villavicencio fue asesinado a tiros el 9 de agosto de 2023, al salir de un mitin político en Quito. Otro hecho crítico que puso en alerta al país fue cuando un grupo armado irrumpió en los estudios de televisión del Canal TC, exigiendo en vivo un alto a las acciones policiales.
Ante esto, el presidente Daniel Noboa declaró un conflicto armado interno, es decir, un enfrentamiento armado de grupos criminales (ya sean cárteles o bandas de narcotraficantes, vacunadores y sicarios) contra el Estado ecuatoriano y todas sus instituciones y Fuerzas Armadas del orden público (Policía Nacional, Grupo GEMA, Grupo GOE y Grupo GIR, Ejército Ecuatoriano, Armada del Ecuador, Fuerzas Aéreas Ecuatorianas FAE).
De este modo ordenó al Ejército intervenir, afirmando: “He ordenado a las Fuerzas Armadas ejecutar operaciones militares para neutralizar a estos grupos”
Ecuador en la encrucijada: violencia y amenazas a la libertad de expresión
De esta manera, el actual jefe de Estado movilizó al ejército y designó a 22 bandas narcotraficantes como grupos terroristas (incluyendo a Los Lobos y Los Choneros). Además, implementó un estado de emergencia de 60 días con medidas drásticas para contener la violencia.
Con esto el gobierno ecuatoriano esperaba apaciguar los niveles de inseguridad, sin embargo, la realidad es que la inseguridad sigue afectando a la población, sobre todo a los investigadores periodísticos.
El asesinato del periodista Leonardo Rivas en noviembre de 2024, a manos de sicarios, según informó Radio Cariñosa (el medio para el que trabajaba Rivas), es un ejemplo trágico de esto. Además, según FUNDAMEDIOS (Fundación Andina para la Observación y Estudio de Medios), hubo un total de 151 agresiones contra personas relacionadas con la prensa en el mismo año.
La expansión del crimen organizado: causas y consecuencias
A este panorama hay que sumarle la desmovilización de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), sucedida tras el acuerdo de paz en aquel país, que derivó en una fragmentación del negocio del narcotráfico, involucrando a bandas ecuatorianas.
Estas organizaciones criminales establecieron alianzas con carteles internacionales, como el de Sinaloa y el CJNG de México, operando principalmente en zonas fronterizas como Nariño y Putumayo.
Esta convergencia de intereses criminales intensificó la disputa territorial y se tradujo en masacres carcelarias y en el reclutamiento de niños y jóvenes por parte de estas organizaciones.
Otra cuestión a considerar: de acuerdo con cifras publicadas por Statista, una plataforma en línea que proporciona acceso a una extensa base de datos de estadísticas, informes y demás. Reveló que la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes aumentó más de un 300% en los últimos siete años, convirtiendo a Ecuador en el Estado latinoamericano que registró el mayor aumento de esta cifra.
La suma de esos factores fortaleció un sentimiento de inseguridad generalizado entre la población, que busca respuestas efectivas para combatir la violencia. Citando como ejemplo, en algunos casos, al gobierno de Nayib Bukele. Lo que podría influir en la decisión del votante ecuatoriano.
La carrera por la presidencia: propuestas frente a la inseguridad creciente
El 19 de enero de 2025, Ecuador celebró el único debate presidencial previo a las elecciones del 9 de febrero, a través del CNE (Consejo Nacional Electoral). Los 16 candidatos a la presidencia participaron en el evento, que se dividió en dos segmentos de 90 minutos debido al elevado número de aspirantes.
Ante esto, los postulantes presentaron propuestas de seguridad que incluyen algunas medidas que ciertos sectores pueden considerar extremas,como la pena de muerte, la construcción de muros fronterizos y la creación de escuadrones de pacificación.
De acuerdo con encuestas realizadas por el Centro de Datos de Ecuador (CEDATOS), los principales favoritos para ganar las elecciones son el actual presidente, Daniel Noboa, quien busca la reelección, y Luisa González, candidata del movimiento correista, asociada con el partido Revolución Ciudadana.
¿Qué perfiles esconden los dos favoritos en las elecciones ecuatorianas?
Daniel Noboa es el hijo de Álvaro Noboa, un importante empresario y abogado conocido principalmente por manejar el Grupo de Empresas Noboa y la Exportadora Bananera Noboa. Daniel pertenece a la Alianza ADN (Acción Democrática Nacional), un movimiento político con un enfoque tecnocrático, que busca combinar políticas económicas liberales con modernización y cooperación internacional.
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Asumió como presidente el 23 de noviembre de 2023 debido a que su antecesor Guillermo Lasso tuvo que dejar de lado su puesto, por una investigación de malversación de fondos, llevada a cabo por la Asamblea Nacional del Ecuador, lo cual lo llevó a enfrentarse a un juicio político.
Por lo que la asunción de Noboa fue provisoria, con una duración de 1 año y medio, convirtiéndolo en el presidente más joven, con 36 años; ahora está en búsqueda de alargar su mandato a otros 4 años.
Luisa González es la candidata de la Revolución Ciudadana, el partido asociado al correísmo, fundado por el expresidente Rafael Correa. De inclinación política de izquierda, el partido promueve un papel activo del Estado en la economía y los programas sociales.
Abogada de formación, comenzó su carrera en una entidad bancaria llamada UniBanco en Quito, donde ascendió progresivamente. Hasta que en 2008, se unió al gobierno de Correa, inicialmente como asesora de la Secretaría de Comunicación e Información de la Presidencia, y poco después asumió como coordinadora general de Recursos Humanos, y con el tiempo asumió otros cargos más importantes como el de Ministra de Turismo. Y en tiempos más recientes pasó a representar a su partido dentro de la Asamblea Nacional del Ecuador.
Propuestas de seguridad en el debate presidencial
En lo que fue el debate, Noboa planteó una estrategia basada en la cooperación internacional y el uso de tecnología para combatir el crimen organizado. Propuso el fortalecimiento de las fuerzas del orden y la designación de bandas como grupos terroristas, una medida que ya implementó en su mandato interino.
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A su vez, Luisa González, sugirió retomar políticas de seguridad implementadas durante el gobierno de Rafael Correa, como la inversión en la infraestructura policial y programas sociales que ataquen las raíces de la delincuencia.
Y por último, otros candidatos coincidieron en la necesidad de reformar el sistema penitenciario, que actualmente enfrenta problemas de hacinamiento y violencia, además de mejorar la capacitación y equipamiento de los cuerpos policiales.
