El canciller Héctor Timerman envió una nota de protesta a su homólogo español José María Margallo por considerar que la reciente normativa publicada en el Boletín Oficial de ese país brinda un trato “discriminatorio” al biodiesel argentino.
La Cancillería elevó una nota al Gobierno español en la que manifiesta su preocupación por la exclusión de las empresas productoras argentinas de la lista definitiva de plantas de biodiesel que cubrirán el cupo previsto para satisfacer la demanda español de ese biocombustible. En el escrito, Timerman sostiene que la Resolución 11.614, “de evidente corte discriminatorio, tiene por objetivo resguardar la industria europea de biodiesel de la competencia con los productores argentinos, quienes elaboran este combustible de manera sumamente eficiente, gracias a la estructura productiva del sector y a las importantes inversiones realizadas en los últimos años”.
España, que hasta 2011 era el principal comprador del combustible argentino, intentó en 2012 restringir las importaciones de biodiésel del país sudamericano, pero el esfuerzo no prosperó por las quejas de la nación austral en la Organización Mundial de Comercio (OMC). En octubre último, sin embargo, los miembros de la Unión Europea (UE) acordaron imponer aranceles a las importaciones de biodiésel argentino por un supuesto dumping cometido por las empresas argentinas, una acusación desmentida tajantemente por la industria local.