Cuando la tregua en el conflicto con Israel aún no asomaba en el horizonte, Parlamento iraní recomendó a su gobierno el cierre del estratégico estrecho de Ormuz, por el que atraviesa más del 20% del tráfico global de petróleo. La decisión final debería ser adoptada por el Consejo Supremo de Seguridad Nacional, órgano que integran el presidente Masoud Pezeshkian y representantes de la plana mayor del régimen.
“Mantengan los precios del petróleo bajos. ¡Estoy vigilando!”, advirtió, en clave interna, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en un mensaje que sonó como un llamado de atención hacia una industria a la que ha apostado decididamente desde su retorno al poder. El bolsillo de los votantes estadounidenses es muy sensible a la suba en los precios de los combustibles, como ocurrió tras el estallido de la guerra en Ucrania.
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Un eventual cierre de esta estratégica arteria marítima tendría un impacto inmediato en el precio internacional del petróleo. Ubicado entre el golfo Pérsico y el golfo de Omán, el estrecho de Ormuz tiene, en su parte más estrecha, un ancho de apenas 55 kilómetros. Por él transita diariamente un promedio de 20 millones de barriles de crudo, lo que representa alrededor del 20% del consumo global.
La escalada del precio del petróleo
Tras el comienzo de la operación israelí “León Ascendente”, el valor del crudo Brent, referente del mercado europeo, subió un 13%. El barril estaba en 69 dólares el día anterior al inicio de la ofensiva israelí; saltó a 74 dólares el día del inicio de la escalada, y llegó a superar los 80 dólares después del ataque estadounidense contra las instalaciones nucleares iraníes. Tras la aparente desescalada del conflicto, el precio se estabilizó nuevamente en torno a los 69 dólares.

Según proyecciones de la consultora Goldman Sachs (GS), el precio del Brent podría trepar a 95 dólares en el cuarto trimestre de este año. Y, en caso de cierre temporal del estrecho de Ormuz -una opción que parece alejarse tras el anuncio de la tregua-, podría alcanzar un pico de 110 dólares. “Mientras los acontecimientos en Medio Oriente permanecen fluidos, pensamos que siguen siendo fuertes los incentivos económicos para evitar una larga interrupción del tráfico por el estrecho de Ormuz”, sostuvo GS al referirse a las dos mayores potencias globales, Estados Unidos y China.

Un eventual cierre del estrecho de Ormuz también afectaría el tránsito del gas natural licuado (GNL) procedente de Qatar, tercer exportador mundial, detrás de Estados Unidos y Australia. El mayor perjudicado sería el mercado asiático, destino de alrededor del 70% de esas operaciones. En lo que va de 2025, un cuarto de las exportaciones de GNL de Qatar tuvieron como destino el mercado chino.
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Cómo impactaría la suba del petróleo en Vaca Muerta
Hasta hace dos meses, la preocupación de los productores de Vaca Muerta era la baja del precio del petróleo y su repercusión en los costos de extracción del crudo no convencional de la formación neuquina. Hoy, con la perspectiva de una suba del barril, los operadores respiran con cierto alivio.

Según afirmaciones del presidente de YPF, Horacio Marín, Vaca Muerta es competitiva con un barril que no baje de los 45 dólares. Ese sería el denominado “precio de equilibrio”. Si los pronósticos se confirman, el valor del crudo en el mercado internacional podría permitir una rentabilidad suficiente para garantizar la continuidad de las inversiones en la formación neuquina.
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El presente de Vaca Muerta es inmejorable, con un nuevo récord de producción de crudo en Neuquén, 448 mil barriles diarios, registrado en mayo. Por el lado de la balanza comercial energética, el resultado acumulado de los primeros cinco meses de 2025 arrojó un superávit de 1883 millones de dólares.

El otro coletazo de la escalada en el precio internacional del crudo ha sido el aumento del valor de los combustibles en el mercado local. Puma, Shell y Axion Energy ya incrementaron los precios de las naftas y el gasoil en aproximadamente un 5%. Por ahora, YPF decidió no sumarse, pero no se descarta que lo haga si el contexto global sigue siendo el de una escalada del crudo y las amenazas de Irán de cerrar el estrecho de Ormuz se hacen realidad.