Las salmueras de los salares de la Puna concentran grandes reservas de un mineral clave para la fabricación de las baterías de artefactos electrónicos y de los futuros autos eléctricos. Opina Ernesto Calvo, director del Instituto de Química Física de los Materiales, Medio Ambiente y Energía (Inquimae) de la UBA y el Conicet.
“El litio es el más liviano de todos los metales y tiene un alto potencial electropositivo”, explicó a DEF Ernesto Calvo, director del Inquimae, quien advierte que estas dos características “lo hacen ideal para ser utilizado en las baterías de ión litio para todos los gadgets electrónicos”. Este investigador reconoce que su mayor preocupación es el “valor agregado” que podría aportar nuestro país, en lugar de limitarse a la etapa meramente extractiva del mineral. “El proceso de extracción del litio es relativamente sencillo”, indica este destacado investigador, quien señala que “no se necesita ingeniería” para la evaporación del agua y la cristalización del mineral. El 85 por ciento de las reservas mundiales de litio se encuentran en los salares de altura y están concentradas en el denominado “Triángulo del Litio”, en la Puna (Argentina), Atacama (Chile) y el Salar de Uyuni (Bolivia).
Desde 1998 la empresa Minera del Altiplano -subsidiaria de la estadounidense FMC Lithium- extrae cloruro y carbonato de litio en el Salar del Hombre Muerto, en Catamarca. Actualmente se encuentran en ejecución dos grandes proyectos en Jujuy, uno de ellos a cargo del consorcio “Sales de Jujuy” liderado por la operadora australiana Orocobre -junto con la japonesa Toyota Tsusho y la estatal jujeña JEMSE- en el Salar de Olaroz, y otro encabezado por Minera Exar, subsidiaria de la canadiense Lithium Americas, en los salares de Cauchari y Olaroz. De este último emprendimiento forman parte el fabricante de baterías Magna y la automotriz Mitsubishi.
Actualmente el Inquimae está trabajando en el desarrollo y patentamiento de un método de extracción que, virtiendo la salmuera extraída de los salares en un reactor, evitaría la pérdida de grandes cantidades de agua, un tema muy sensible en zonas desérticas como son aquellas en las que se encuentran las reservas de este mineral. “Con el método que hemos patentado, solo se perdería entre el 5 y el 10 por ciento del agua”, indicó Calvo.
Al referirse a la importancia del litio como materia prima para la fabricación de las baterías para autos eléctricos, el director del Inquimae aclaró que “para pasar a la economía de un auto eléctrico, se necesitan dos etapas”. La primera de ellas es la actual, la del auto híbrido, en tanto que la siguiente será la de los autos 100 por ciento eléctricos, que contarán con una batería recargable y ya no tendrán motor de combustión interna. “La única tecnología que puede competir en términos de densidad de energía con los combustibles fósiles, como son el diésel y la nafta, es la batería de litio-oxígeno”, aseguró.
“Hay decisiones que no podemos torcer”, admitió finalmente Calvo, al referirse a los grandes intereses en juego que moviliza esta industria. Sin embargo, su propuesta es que el Estado -en este caso las provincias, que poseen el dominio del recurso- imponga ciertas condiciones, “como por ejemplo autorizar a las empresas únicamente a llevarse el litio con determinado grado de procesamiento”. Además enfatizó que será necesario capacitar en el país a profesionales para que se familiaricen en estos procesos y agreguen valor al sector.