Con el visto bueno del Parlamento italiano, comienza a hacerse realidad el Gasoducto Transadriático (TAP), que transportará el gas del yacimiento azerí Shah Deniz hasta Italia, pasando por Grecia y Albania. Se conectará con el Gasoducto Transanatólico (TANAP).
La Cámara de Diputados italiana ratificó el acuerdo firmado el 13 de febrero de 2013 por los gobiernos de Italia, Grecia y Albania para la construcción del Gasoducto Transadriático (TAP). El consorcio que tiene a su cargo la construcción del TAP está integrado por la británica BP (20%), la compañía petrolera de Azerbaiyán -SOCAR- (20%), la noruega Statoil (20%), la belga Fluxys (16%), la francesa Total (10%), la alemana E.ON (9%) y la suiza Axpo (5%). El TAP se conectará al Gasoducto Transanatólico (TANAP), que transportará hasta Turquía el gas procedente de Azerbaiyán.
El yacimiento Shah Deniz, ubicado en el Mar Caspio bajo soberanía de Azerbaiyán, es operado por BP y, una vez que se encuentre en plena producción, transportará un total de 16.000 millones de metros cúbicos de gas anuales, de los cuales 6.000 millones serán destinados a abastecer la demanda de Turquía y los restantes 10.000 millones serán destinados al mercado europeo. El proyecto incluye también la ampliación del Gasoducto del Cáucaso Sur (SCP), inaugurado en diciembre de 2006, que conecta la Terminal de Sangachal -ubicada en la costa de Azerbaiyán sobre el Caspio- con la localidad turca de Erzurum.
Estas obras de infraestructura se enmarcan en el denominado “Corredor Meridional de la Energía”, un paquete de obras de infraestructura que pretende reducir la dependencia europea del gas ruso y diversificar las fuentes de aprovisionamiento.