Medio Oriente, y su potencial llegada a un punto de no retorno, mantiene al mundo en vilo. Con la operación “León Ascendente”, Israel logró desactivar instalaciones nucleares y eliminó a altos mandos militares de Irán. Así golpeó el corazón del programa de misiles del Estado persa y dejó en evidencia sus vulnerabilidades.
En respuesta, Irán desplegó su arsenal y, justamente, los misiles balísticos y de crucero se convirtieron en protagonistas del contraataque. ¿Qué poder tienen, cuál es la diferencia entre ambos y cómo se protege Israel?
Para conocer estos detalles, DEF contactó a dos expertos de la Universidad de la Defensa Nacional (UNDEF). A continuación, la palabra del secretario de Ciencia y Tecnología, coronel (retirado), Veterano de Guerra de Malvinas (VGM) y doctor en Ciencia Política, Carlos Daniel Esteban; y del ingeniero y director de Vinculación Tecnológica, Alejandro Yaya.

Con drones y misiles, así ataca Irán a Israel
“Entre el 13 y el 15 de junio de 2025, Irán lanzó una ofensiva masiva conocida como Operación Promesa Verdadera III contra territorio israelí, en respuesta al bombardeo previo sobre instalaciones nucleares y objetivos militares en suelo iraní. La operación representó un hito por su escala y por el uso integrado de misiles balísticos de medio alcance, vehículos hipersónicos y drones kamikaze, combinando saturación, evasión y precisión”, detalló Carlos Daniel Esteban.
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En ese sentido, agregó que Irán se inclina por una doctrina inspirada en el concepto ruso de “negación de área” (A2/AD), combinando saturación con ataque de precisión. El esquema: en una fase inicial, saturan y agotan interceptores con los drones Shahed-136; luego, en una intermedia, emplean misiles balísticos Emad, Qadr, Kheibar Shekan con maniobras evasivas; y, finalmente, el potencial uso de misiles hipersónicos Fattah-2. “Estos sistemas son lanzados desde plataformas móviles y túneles subterráneos, dificultando la detección y respuesta preventiva”, contó.
Tecnología para la guerra: las estrategias de combate adoptadas por Irán e Israel
“Irán logró tener una capacidad ofensiva estratégica y táctica eficaz”, advirtió el representante de la UNDEF. Sus conclusiones se basan en el empleo, por parte de este país, de misiles y drones de bajo costo, pero de alto impacto, que pueden saturar y evadir sistemas antiaéreos modernos, tienen flexibilidad operativa (pueden ser usados desde lanzadores móviles e, incluso, túneles), y tienen conectividad doctrinal entre tecnología, geografía y asimetría. “Consolidó una capacidad disuasiva basada en cantidad. Su producción nacional le permite sostener guerras asimétricas por largo tiempo, apoyando a proxies como Hezbolá, Hamás o los hutíes”, explicó Esteban.

“Estos elementos posicionan a Irán como un actor clave en la redefinición de la guerra regional basada en disuasión balística no convencional”, resumió; no sin antes aclarar que las tensiones, muchas veces indirectas, fortalecieron el escenario tecnológico avanzado de los sistemas de armas en la región. Justamente, remarcó que las armas elegidas ya no son exclusivamente tanques ni aviones de combate, sino misiles balísticos, de crucero y una nutrida gama de drones, utilizados tanto para misiones de vigilancia como de ataque.
“Israel, en cambio, prioriza precisión y calidad, apoyado en tecnología occidental y una doctrina de respuesta inmediata. Su capacidad de defensa antimisiles es única a nivel mundial, y sus drones constituyen una herramienta estratégica tanto para disuasión como para operaciones encubiertas”, aclaró; y también señaló que en el modelo bélico actual, “la distancia ya no es protección”.
Diferencias y particularidades de los misiles balísticos y los de crucero
Básicamente, los misiles balísticos y de crucero se diferencian por su trayectoria; el modo de propulsión; la velocidad que alcanzan; y, asimismo, por la manera de evitar ser detectados.

El dato: ambos, balísticos o de crucero, pueden ser hipersónicos, ya que, dependiendo el momento, los primeros pueden llegar a una velocidad de Mach 5 (cinco veces la velocidad del sonido).
En cuanto a la trayectoria, un misil balístico sigue una parabólica (sube, puede salir de la atmósfera, y cae -por gravedad- hacia el objetivo). Uno crucero, en cambio, vuela a una altitud media-baja con una gran velocidad.
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Sobre la propulsión, el balístico se impulsa con el uso de un cohete (puede alcanzar una velocidad hipersónica, aunque fuera de la atmósfera). Mientras que el hipersónico emplea un motor scramjet o ramjet que le permite llegar a una velocidad de Mach 5 de forma sostenida. Efectivamente, el modo de propulsión provoca la poca maniobrabilidad por parte del balístico y la probabilidad de ser detectado por los sistemas de defensa antiaérea durante el despegue o la reentrada.

Otro punto clave: un misil crucero puede modificar su rumbo durante el vuelo. Ello, sumado a su vuelo bajo y rápido, dificultan su identificación (y potencial derribo).
Uno por uno, los misiles y drones más poderosos de Irán
En palabras del coronel (retirado) Carlos Daniel Esteban, hay cinco sistemas que caracterizan el armamento más avanzado de Irán.
- El EMAD: una nueva generación de misiles balísticos tierra-tierra con un alcance de 1.700 kilómetros que puede llevar hasta 750 kilogramos. Tiene un Error Circular Probable (CEP, por sus siglas en inglés) de entre 50 y 500 metros (según el origen de la fuente); una precisión terminal mejorada, mayor maniobrabilidad y capacidad de penetrar defensas modernas, con una alta estabilidad aerodinámica.
- El Ghadr-110 o Qadr-110: un misil balístico de mediano alcance que posee un fuselaje aligerado y alta velocidad de reentrada. Puede ser empleado desde plataformas móviles, tiene un vehículo de reentrada tipo “baby bottle” (que mejora la aerodinámica terminal y dificulta intercepción), emplea combustible líquido y tiene un alcance máximo cercano a los 1.900 kilómetros.
- El Kheibar Shekan: misil balístico de combustible sólido con un sistema de baja firma térmica, maniobrabilidad terminal, ojiva tricónica, vehículo de reentrada maniobrable y un diseño para evadir el sistema Arrow-3. También tiene reacción rápida y puede alcanzar los 1.400 kilómetros.
- El Fattah-2: un misil hipersónico de alcance medio (1.500 kilómetros aproximadamente). Su velocidad es extrema, su evasión, avanzada; y tiene una reentrada controlada a altas velocidades.
- Shahed-136: finalmente, entre los drones, se destaca este vehículo aéreo de combate no tripulado, de tipo kamikaze, que puede ser lanzado desde racks múltiples y empleado como señuelo en ataque combinado. Es ideal para saturar las defensas del adversario, tiene bajo costo y un alcance de 2.000 kilómetros.

¿Por qué es importante el tipo de combustible empleado por los distintos misiles?
Por otro lado, el ingeniero Alejandro Yaya, director de Vinculación Tecnológica de la UNDEF, destacó que los misiles que emplean combustible líquido, como el Emad, Qadr y Fattah‑2, son de alta precisión y carga útil, pero requieren preparación prolongada. En cambio, los que utilizan combustible sólido, como el misil Kheibar Shekan y los drones, son rápidos de lanzar y tienen alta supervivencia operativa.

¿Cuál es la diferencia entre ambas fuentes de energía? El combustible sólido consiste en una mezcla química endurecida (similar a un caucho o plástico rígido) que se almacena pre-cargada dentro del misil. Esta característica, explica, permite que pueda encenderse en segundos. Sin embargo, su combustión no es regulable: una vez iniciada, arde hasta agotarse sin posibilidad de pausa, reinicio o ajuste de empuje.
Por su parte, el líquido emplea dos componentes, un combustible (como queroseno o hidrógeno líquido) y un oxidante (como oxígeno líquido). Ambos se almacenan en tanques distintos dentro del misil y requieren una carga previa al lanzamiento, un proceso complejo que demanda minutos u horas.
En síntesis, repasó Yaya, “los sólidos destacan por su simplicidad y respuesta instantánea, óptimos para aplicaciones tácticas. Los líquidos brindan control y eficiencia superiores, ideales para misiones que exigen precisión o viajes espaciales, aunque sacrifican inmediatez. La elección depende de si se prioriza la prontitud operativa o la flexibilidad técnica”.

Israel: cuáles son sus misiles para enfrentar a Irán
Por su parte, en cuanto a los sistemas en poder de Israel, el coronel Esteban se refirió a los tres misiles de defensa y ataque más poderosos.
- Misil balístico Jericó III: fabricado por Israel Aerospace Industries, se supone que esta tecnología tiene un alcance cercano a los 6.000 kilómetros, lo que lo hace intercontinental. Y puede transportar una ojiva nuclear (más de 1.000 kilogramos).
- Delilah: este misil de crucero aire-superficie tiene un alcance de 300 kilómetros, puede ser guiado por GPS y cámaras infrarrojas y, además, cuenta con una precisión quirúrgica en objetivos móviles o urbanos.
- LORA: pensado para los ataques quirúrgicos desde tierra o buques, también se destaca la existencia del misil balístico de corto alcance LORA – Long Range Artillery, desarrollado por Israel Aerospace Industries. Este sistema tiene un Error Circular Probable menor a 10 metros.

Defensa antimisiles: así son los avanzados sistemas de Israel
Asimismo, para proteger a la población de los posibles ataques, Israel desarrolló un avanzado sistema de defensa antimisiles. El más conocido de ellos es Iron Dome, fabricado por Rafael y Raytheon, que puede interceptar cohetes, artillería y drones y detener hasta el 90% en interceptaciones en zona urbana.
Por último, Esteban también destacó los sistemas Arrow 3 y Arrow 4, ideales para ser empleados como defensa contra misiles balísticos de largo alcance (como los iraníes). Ambos fueron desarrollados por Israel Aerospace Industries (en colaboración con Boeing) y tienen un alcance exoatmosférico de más de 1.000 km.