¿Cuáles son los beneficios y las desventajas de los métodos alternativos? ¿Por qué no se termina de erradicar el testeo en animales? Para entender la situación del mercado, desde DEF dialogamos con expertas en biología y química cosmética.
Por Dolores Barón
Si bien en 2013 la Unión Europea planteó una reglamentación en donde prohíbe el testeo en animales para productos de farmacia, todavía falta mucho. En algunos países (por no decir la mayoría) todavía no hay una legislación que los impida. A partir de las distintas movilizaciones ambientalistas y campañas que se hicieron en contra del testeo animal, se comenzó a dimensionar el sufrimiento de los animales, lo que derivó en crear alternativas para evitar que un ser vivo sea torturado para estos fines.
Son varias las razones por las cuáles aún los métodos alternativos al uso animal todavía no son universales. Hay cuestiones de accesibilidad, falta de recursos, regulaciones y el camino de la investigación está muy lejos de terminarse. Si bien lo que se logró fue mucho y se encontraron factores alternativos de carácter clave, el uso de animales sigue corriendo con ventaja en algunas ocasiones. De hecho, solo hay una regulación concreta en algunos países, pero no hay un organismo mundial que controle o aplique estas medidas.
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¿Cruelty-free o uso animal?: las regulaciones a nivel internacional
Los países que pertenecen a la Unión Europea no tienen permitido el uso de animales para la prueba de cosméticos y materias primas. Pero hay muchos países que siguen utilizando ensayos, tales como el Test de Drizer (Estados Unidos y Canadá). Sin embargo, en India, Corea del Sur, Taiwán, Nueva Zelanda, Australia, México y Brasil avanzaron a nivel legislativo para impulsar métodos alternativos y prescindir de los animales en el proceso de creación de nuevos productos.
China se mostró durante muchos años como uno de los países más reacios a este cambio. Cualquier producto importado debía ser probado en un animal, ya sea con el producto una vez finalizado o durante su producción. Por ejemplo, la reconocida marca de cosméticos MAC no testea sus productos en animales en ningún momento del proceso, pero para poder vender en el mercado chino, sometía sus productos a esto. Mientras que otras marcas como L’Oreal optaron directamente por retirarse de este mercado. Aún así, hace ya unos años, entre 2019 y 2022 que China empezó a suavizar estas políticas y a aceptar productos cruelty-free.

En Argentina no existe una ley que regule el testeo en animales, más bien se trata de una cuestión pura y exclusivamente ética. La ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnologías) es el organismo que tiene la última aprobación para que un producto de farmacia salga al mercado y, por el momento, no exige que los productos sean cruelty-free. Pero con todo el movimiento de los ambientalistas y con todas las políticas que lentamente se están implementando internacionalmente, ¿qué es lo que frena el cambio a métodos alternativos al testeo animal?
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¿Qué falta para que se deje de utilizar el testeo animal y se utilice uno alternativo?
María Laura Gutiérrez, investigadora del CONICET y quien lleva al frente el primer laboratorio de métodos alternativos de Argentina, contempla las ventajas que siguen teniendo los testeos animales explicando que al tener los organismos enteros de los animales, se pueden analizar y estudiar las reacciones de un sistema inmunológico y cómo se da la comunicación en el sistema circulatorio entre las moléculas que viajan de un órgano a otro.

“Todavía el organismo sistémico es muy difícil de reproducir in vitro como método alternativo, si bien se hizo un avance con distintos tejidos y partes del cuerpo, es mucho el camino que queda por recorrer”, remarca Gutiérrez.
Por otro lado, la farmacéutica especialista en química cosmética, Cecilia Calderón, indica que hay una cuestión de dinero, costos y un trabajo muy desgastante para empresas o emprendedores. “Es cambiar toda la fórmula y el desarrollo de un producto y con eso un montón de estudios de estabilidad, estudios de compatibilidad con los envases microbiológicos y mucho más a tener en cuenta, que significa un costo”, remarca Calderón.

Sin embargo, la concientización lentamente llega a instituciones y organismos. La química cosmética cuenta un poco de su experiencia formativa: “Si me preguntás qué le hacen al conejo en detalle, no lo sé porque nunca lo vi, lo sé de haberlo leído o que me cuenten profesores, pero nunca lo vi en una práctica institucional”. Por lo menos en la gran mayoría de las universidades ya no se enseña como modo “estándar” para hacer pruebas de eficacia o seguridad en un producto.
“El día que haya todos los modelos de todos los órganos a partir de células humanas y que podamos tener un mini-organismo con todo su sistema circulatorio, su fisiología y representar toda la parte sistémica que conecta todos los órganos entre sí, ahí sí vamos a estar más cerca para reemplazar el uso de animales”,concluye María Laura Gutierrez, quien incentiva e impulsa la constante investigación para poder llegar a un momento en donde se respete completamente la vida animal.