OpenAI sorprendió al mundo con un comunicado en el que confirmó su interés en desarrollar un ambicioso proyecto de infraestructura tecnológica en Argentina. Se trata de “Stargate Argentina”, una iniciativa que busca instalar uno de los mayores centros de datos de inteligencia artificial del hemisferio sur, en colaboración con la empresa local Sur Energy.
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Stargate Argentina: el plan de OpenAI en el país
Aunque todavía está en fase de estudio, el anuncio ya despertó enormes expectativas económicas y políticas, al tiempo que genera interrogantes sobre su viabilidad y los impactos que podría tener en el país.
El comunicado oficial, publicado en el sitio de OpenAI, detalla que la empresa firmó una carta de intención con Sur Energy para explorar la posibilidad de construir un megacentro de datos impulsado por energías limpias, probablemente en la Patagonia, una región estratégica por su clima frío y disponibilidad energética.

El objetivo sería crear una infraestructura capaz de alimentar los modelos de inteligencia artificial más avanzados del mundo, como ChatGPT, DALL·E o Sora. Sin embargo, OpenAI aclaró que su rol no sería necesariamente el de inversor directo, sino que podría participar como comprador de capacidad de cómputo, mientras Sur Energy lideraría la construcción y el desarrollo energético.
En total, la inversión proyectada rondaría los 25 mil millones de dólares, con una primera fase que podría superar los 7 mil millones.
El impacto de este proyecto en Argentina
Esto ubicaría a Argentina en el mapa de las grandes inversiones tecnológicas globales, un terreno que hasta ahora dominan países como Estados Unidos, Irlanda o Singapur. Además, la elección del país como potencial sede refleja una combinación de factores favorables: disponibilidad de energía, costos competitivos, ubicación geográfica y un marco regulatorio que, según el gobierno de Javier Milei, busca ser más flexible y amigable con la innovación.

Además, el país podría convertirse en un polo regional de procesamiento de datos y servicios de IA, atrayendo a startups y empresas vinculadas al ecosistema tecnológico. El acceso a una infraestructura de este nivel también permitiría reducir la latencia de los servicios digitales para los usuarios latinoamericanos y estimular el desarrollo de investigación aplicada en universidades y laboratorios locales.
Sin embargo, existen dudas sobre la sostenibilidad energética del plan: un centro de datos de esta magnitud requerirá una enorme cantidad de electricidad y agua para refrigeración, lo que podría tensionar los recursos locales si no se gestiona con energías renovables.