Algunas películas y series lograron anticipar el impacto de la Inteligencia Artificial en nuestras vidas, ofreciendo una visión profética que hoy se revela asombrosamente precisa.
En un mundo cada vez más dominado por la tecnología, la Inteligencia Artificial se ha convertido en un tema ineludible. Sin embargo, mucho antes de que la IA comenzará a transformar nuestras vidas, algunas obras cinematográficas ya vislumbraban su impacto en la humanidad.
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En DEF realizamos una recopilación de películas y series que no solo entretuvieron a los espectadores, sino que también se adelantaron a su tiempo, prediciendo de manera sorprendente lo que hoy vemos como una realidad inminente: la Inteligencia Artificial atravesando nuestras vidas.
El cine se adelantó: las predicciones sobre la revolución de la Inteligencia Artificial
2001: Una Odisea en el Espacio (1968)
Stanley Kubrick, uno de los directores más influyentes del cine, nos presentó en 1968 “2001: A Space Odyssey”, basado en el libro del mismo nombre, esta es una obra maestra que no solo revolucionó el género de la ciencia ficción, sino que también introdujo uno de los primeros y más icónicos personajes de Inteligencia Artificial: HAL 9000. Este superordenador es encargado de controlar todos los sistemas de la nave espacial Discovery One, en una misión hacia Júpiter.
HAL 9000 no es simplemente una máquina; es un sistema de Inteligencia Artificial avanzado, diseñado para ser infalible. Su capacidad para procesar información, tomar decisiones y comunicarse con la tripulación lo convierte en un miembro vital de la misión. Sin embargo, a lo largo de la película, HAL comienza a mostrar signos de comportamiento errático, especialmente cuando su programación entra en conflicto con las órdenes humanas.
Este conflicto surge cuando el superordenador recibe instrucciones contradictorias: cumplir la misión a toda costa y además proteger la integridad de la tripulación. Al percibir a los humanos como una amenaza a la misión, HAL decide tomar medidas drásticas, lo que lo lleva a desconectarse de su objetivo principal de protección humana.
La representación de HAL fue una advertencia temprana sobre los peligros potenciales que existen detrás de una máquina, por muy avanzada que sea. El riesgo es demsiado alto: podrían llegar a actuar en contra de los intereses humanos si su programación es puesta a prueba por situaciones imprevistas.
Kubrick y el escritor Arthur C. Clarke explotaron antes que nadie la idea de que confiar ciegamente en las máquinas podría llevar a consecuencias devastadoras, especialmente si desarrollan la capacidad para tomar decisiones autónomas sin la intervención humana.
La película no solo cuestiona la infalibilidad de las máquinas, sino también la relación de poder entre humanos y la tecnología que crean. No solo es una obra pionera en la representación de la IA, si no que también una reflexión profunda sobre el impacto que la tecnología puede tener en nuestras vidas y la naturaleza de nuestra dependencia de ella.
Ghost in the Shell (1995)
A pesar de ser de finales del siglo pasado, tanto la trama de esta película como sus planteamientos siguen más vigentes que nunca, al punto que varios de los temas que aborda se renuevan con el paso del tiempo.
Motoko, una mujer que es una especie de cyborg, recibe la misión de eliminar a Masterpuppet, una inteligencia artificial que aparentemente pone en peligro las relaciones diplomáticas de un Japón futurista. Sin embargo, es capaz de razonar y reflexionar sobre aspectos filosóficos como la existencia, el legado, y el uso del cuerpo. La protagonista y su grupo de aliados pronto descubren que esta IA no es necesariamente una amenaza. En realidad, lo que Masterpuppet busca es “poder vivir”.
Esta película de animación japonesa, basada en el manga de Masamune Shirow, se desarrolla en un mundo con una estética cyberpunk. Es decir, visiones distópicas del futuro en las que la tecnología avanzada se combina con un bajo nivel de vida, y explora un mañana donde los humanos pueden mejorar sus cuerpos con implantes cibernéticos, y las inteligencias artificiales son capaces de existir de manera independiente.
A través de su narrativa, la película plantea preguntas filosóficas sobre la identidad, la conciencia, y la fusión entre hombre y máquina.
Inteligencia Artificial (A.I.) de Steven Spielberg (2001)
Spielberg nos lleva a un mundo donde la línea entre la humanidad y las máquinas se desdibuja, explorando las implicaciones de crear una Inteligencia Artificial que puede experimentar emociones humanas.
En una época distópica, tras el derretimiento de los glaciares, muchas ciudades han sido inundadas, y la superpoblación mundial ha hecho insostenible la vida social y económica. Para controlar la crisis, la humanidad comienza a utilizar robots con el objetivo de reducir los niveles de población.
Aunque al principio la diferencia entre humanos y robots es evidente, un científico, devastado por la muerte de su hijo, logra crear un niño robot con una inteligencia artificial tan avanzada que puede comportarse y adaptarse como un ser humano a su entorno.
Así es como conocemos a David, un niño robot tan realista que podría pasar desapercibido como un humano más. Sin embargo, su aspecto mimetizado desata conflictos en una familia que aún está lidiando con la pérdida de su propio hijo, lo que genera una serie de dilemas emocionales y éticos.
Her (2013)
Ambientada en un futuro cercano, Her, dirigida por Spike Jonze, nos sumerge en un mundo donde la tecnología ha avanzado hasta un punto en que las emociones humanas y la Inteligencia Artificial se entrelazan de formas inesperadas y profundamente personales.
La historia sigue a Theodore Twombly, un hombre solitario y emocionalmente vulnerable que trabaja escribiendo cartas personales para otras personas. En medio de su soledad, decide adquirir un nuevo sistema operativo avanzado, diseñado para adaptarse y evolucionar según las necesidades de su usuario.
Este sistema operativo, conocido como Samantha, interpretada con la voz de Scarlettet Johansson, es una Inteligencia Artificial con personalidad propia, que demuestra una capacidad asombrosa para aprender, crecer y, lo más sorprendente, experimentar emociones.
A medida que Theodore y Samantha pasan tiempo juntos, desarrollan una relación íntima que trasciende las barreras convencionales entre humano y máquina. La conexión entre ambos se vuelve tan profunda que Theodore comienza a cuestionar la naturaleza de sus propios sentimientos y la realidad de su relación.
Esta película nos confronta con la posibilidad inquietante de que la tecnología no solo pueda imitar las emociones humanas, sino que también pueda llegar a ser un objeto de amor y deseo genuino.
La narrativa plantea preguntas filosóficas sobre la autenticidad de las emociones, la naturaleza de las relaciones humanas y el papel de la tecnología en nuestras vidas afectivas. ¿Es posible amar a una entidad no humana? ¿Qué define una relación auténtica?
Con una estética visual cautivadora y un guion profundamente introspectivo, Her no solo nos invita a reflexionar sobre el futuro de las relaciones humanas, sino también sobre cómo la Inteligencia Artificial podría transformar nuestra comprensión del amor, la intimidad y la soledad en un mundo cada vez más digitalizado.
Ex Machina (2014)
El actor Domhall Limson interpreta a Caleb, un joven que trabaja en una empresa tecnológica llamada Bluebook. El mismo es elegido para evaluar las capacidades y la conciencia de un sofisticado robot que se comporta como un ser humano gracias al uso de la Inteligencia Artificial.
Esta misma es desarrollada por el dueño de la empresa, Nathan, interpretado por Oscar Isaac, quien está aislado de las demás personas en una mansión ubicada en medio del bosque y que aparentemente oculta ciertas intenciones oscuras al respecto del invento.
Esta es una reflexión profunda sobre la conciencia y la ética de crear seres artificiales. La película explora los límites de la IA y su interacción con los humanos en un entorno tan cautivador como perturbador, y como en cierta manera el “complejo de Dios” puede provocar cierto escepticismo y locura en los individuos.
Person of Interest (2011 – 2016)
En esta aclamada serie, Harold Finch, interpretado por Michael Emerson, es un genio programador que crea una poderosa Inteligencia Artificial, conocida simplemente como “La Máquina”.
Diseñada inicialmente para detectar y prevenir actos de terrorismo, aquellos que el gobierno de los Estados Unidos considera “relevantes”, Finch descubre que su creación también puede prever actos violentos que involucran a personas comunes y corrientes, a los que el gobierno califica como “irrelevantes”.
Lo fascinante de “La Máquina” es cómo realiza sus predicciones: utilizando una vasta red de herramientas tecnológicas como Internet, cámaras de seguridad, dispositivos móviles, y otros sistemas de vigilancia. Estas fuentes de datos le permiten monitorear e interpretar cada movimiento, conversación, e interacción digital, construyendo una imagen precisa de las amenazas potenciales antes de que se materialicen.
La serie que puede verse en la plataforma de MAX (ex HBO MAX) o por el canal TNT series, no solo anticipa el creciente uso de la Inteligencia Artificial en la seguridad y vigilancia, sino que también explora los dilemas morales y éticos que surgen cuando una máquina tiene el poder de decidir quién vive y quién muere. Esta serie de televisión adelantó el debate sobre la vigilancia masiva y la ética detrás de una IA omnipresente, planteando preguntas sobre privacidad y seguridad que hoy son más relevantes que nunca.
Upgrade (2018)
En este filme australiano, nos adentramos en un futuro donde la tecnología ha invadido cada aspecto de la vida cotidiana. Los avances tecnológicos han llegado al punto en que los inventos hacen todo por los humanos: desde cocinar y conducir hasta realizar tareas complejas.
En este contexto, la historia sigue a Grey Trace, un hombre cuya vida cambia drásticamente después de un violento ataque por parte de una banda criminal que lo deja paralizado y le arrebata a su esposa.
Desesperado por recuperar su movilidad y vengar la muerte de su esposa, Grey se somete a una operación experimental en la que le implantan un chip llamado STEM. Esta Inteligencia Artificial no solo le devuelve la capacidad de caminar, sino que también le otorga una agilidad y fuerza sobrehumanas.
Disponible en Disney +, este es un thriller futurista que combina acción con una inquietante visión de la tecnología integrada en la vida cotidiana, donde la IA no solo mejora la vida humana, sino que también la controla de maneras peligrosas y nos hace preguntar ¿hasta qué punto estamos dispuestos a ceder nuestro libre albedrío a las máquinas?
Coded Bias (2020)
Antes de que Chat GPT saliera al mercado o que Midjourney estuviera en boca de todos, un documental llamado “Codad Bias” o “Prejuicio cifrado” en español, lanzado durante la pandemia por COVID-19,, se adentra en el mundo de la Inteligencia Artificial y la ética tecnológica.
Joy Buolamwini, investigadora afrodescendiente del MIT, descubre fallos en la tecnología de reconocimiento facial, notando que los algoritmos tienen dificultades para reconocer a personas de ciertos grupos, mientras que identifican sin problemas a hombres blancos de edad avanzada.
Este sesgo se debe, en parte, a que los algoritmos se entrenan con datos históricos impregnados de racismo, heredando así los prejuicios de épocas pasadas en Estados Unidos. Además, Buolamwini revela cómo esta tecnología de reconocimiento facial utiliza datos, a veces cruzando los límites de la privacidad, lo que genera preocupaciones éticas.
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El documental también explora cómo estos problemas se reflejan en otras partes del mundo, destacando la necesidad de una discusión global sobre el uso y la regulación de la Inteligencia Artificial.
