La organización internacional de DD. HH. dedicada a investigar el Holocausto inauguró el primer archivo público y gratuito de, al menos, mil libros sobre el antisemitismo y la Shoá. A partir de esta semana tendrá un espacio en la Biblioteca Nacional Mariano Moreno. Por Francisco Reyes.
En la sala Juan L. Ortiz de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno se presentó el Fondo Simón Wiesenthal sobre antisemitismo y Holocausto. Bajo la conducción de la actriz y dramaturga, Jessica Schultz, el evento contó con la presencia de Ariel Gelblung, director del Centro Simón Wiesenthal; y de Elsa Barber, directora de la Biblioteca Nacional. Durante ocho meses, ambas instituciones trabajaron en conjunto para aportar un fondo de mil libros a la sociedad. “Esta es otra pequeña gran batalla ganada al negacionismo”, dijo la artista, que luego presentó un emotivo video con testimonios de chicos y grandes que donaron diversos ejemplares.
Tras la bienvenida, el Rabino Ioni Shalom compartió una bendición con los allí presentes. “Que hoy podamos tener, en esta biblioteca nacional, un espacio para estudiar, recordar y hacer honor es importantísimo. Habla de la unión y de la imposibilidad de separar esto, de lo que es nuestra historia. Todos somos parte de esta misma historia”, dijo.
Por su parte, Elsa Barber destacó: “Donar es potenciar la gratitud entre lo dado y lo recibido, es reforzar un vínculo, unirlo en la temporalidad de los sucesos y hacerlo germinar en otros”. La directora de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno también explicó cómo -en octubre de 2018- el Centro Simón Wiesenthal de Latinoamérica junto con el Museo del Holocausto de Buenos Aires y generaciones de la Shoá le propusieron crear la Biblioteca del Fondo Simón Wiesenthal. “La idea me resultó fascinante. El fondo está conformado con libros referentes a la historia del antisemitismo, testimonios de sobrevivientes del Holocausto e investigaciones sobre el genocidio, así como también material sobre la estadía de los nazis en la Argentina”, contó a cerca del primer archivo público por la memoria de la Shoá, pensado desde sus principios para una sociedad que brega por la convivencia en la diversidad.

¿Cómo se gestó esta colección valiosísima? Luego de la propuesta inicial, el Centro Wiesenthal se encargó de elaborar un listado de títulos infaltables para la constitución de este archivo, se contactó con donantes, libreros, editores y familiares de sobrevivientes del genocidio. “Título a título, las donaciones nos trascendieron”, agregó Barber. Y cerró: “El pasado activa el fuego de una memoria que nos trasciende. La Biblioteca Nacional es el lugar donde la memoria se resignifica día a día”.
Por último, y previo al corte de cinta por parte de sobrevivientes del Holocausto y de las autoridades, Ariel Gelblung agradeció a quiénes hicieron posible llevar adelante este proyecto y resaltó: “Simón Wiesenthal nos dejó un legado, ser la institución que a él le hubiera gustado que existiera para impedir el ascenso de los nazis”. A su vez, enfatizó acerca de la importancia de preservar los libros como parte fundamental para conservar la memoria: “Hace dos mil años nos desterraron a una diáspora bimilenaria, pero nos llevamos el libro. Esa fue nuestra Nación. Salvamos el libro de nuestra tierra y el libro nos salvó a nosotros de la extinción”.

Consultado respecto a como seguirá el proceso de incorporación de títulos y libros al fondo, Gelblung explicó: “Todos los libros sobre este tema que, tanto editores o ciudadanos, quieran seguir trayendo a la Biblioteca Nacional lo que se sigan publicando van a estar en este fondo que ya es parte de esta institución. Lo que nosotros hicimos fue dar el empuje: hoy están los inflatables. De ahora en adelante, habrá que seguir manteniéndolos, pero esto ya existe y eso es lo importante”.
“La Biblioteca Nacional va a ser la sede de este fondo. Entendíamos que semejante institución no podía no tener los libros básicos y necesarios sobre esta temática a disposición para consultar. El principal germen del odio es la ignorancia”, concluyó para DEF el director del Centro Simón Weisenthal, al finalizar la presentación.
