El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, renunció a su cargo y se presentó ante la Justicia para responder acusaciones de corrupción que hundieron al país en una severa crisis política en la antesala de las elecciones generales.
El Congreso, que le retiró esta semana la inmunidad, se reunirá alrededor del mediodía para aceptar su dimisión, con lo que el mandato pasará al vicepresidente, Alejandro Maldonado.
Pérez Molina, un general retirado de 64 años que llegó al poder en el 2012 prometiendo “mano dura” contra la delincuencia, había quedado aislado en las últimas semanas mientras decenas de miles de personas salían a las calles pidiendo su renuncia, indignados por los escándalos que salpicaron a su Gobierno.
El presidente, que tuvo altos cargos militares durante la guerra civil (1960-1996) y se lo ha vinculado a masacres cometidas por el Ejército contra indígenas, está acusado de liderar una poderosa mafia aduanera junto a la ex vicepresidenta Roxana Baldetti, imputada por el caso y quien se encuentra en prisión preventiva.
“Teniendo en cuenta por sobre todo el interés del Estado, me corresponde continuar con el debido proceso y por lo tanto presentarme ante la justicia y dirimir mi situación personal, con la convicción de hacer lo correcto, me dirijo a usted y al honorable Congreso de la República para presentar mi renuncia”, dice la carta dirigida al presidente del cuerpo legislativo.
“Con los principios y valores en los cuáles me he formado enfrentaré con la conciencia tranquila, los procesos que corresponda”, agrega.
La carta de renuncia fue firmada hacia las 19.00 hora local miércoles (0100 GMT del jueves) y enviada al legislativo a media noche, explicó el mandatario.
El mandato de Pérez Molina debía terminar oficialmente en enero del 2016. Guatemala celebrará el domingo unas elecciones sin un claro favorito para ganar por mayoría absoluta, por lo que se prevé una segunda vuelta el 25 de octubre.
Fuente: Reuters