Los últimos atentados en el mundo islámico ponen el foco en un nuevo tipo de terrorista: el “Inghimasi”, que se traduce del árabe como “combatiente suicida que se sumerge en la línea del enemigo sin intención de regresar con vida”. Por Omar Locatelli / Especial DEF
Primeras advertencias
Luego del atentado del Estado Islámico (ISIS) en el aeropuerto de Bruselas el jefe de la inteligencia de EEUU advirtió que “el Estado Islámico está operando células terroristas clandestinas en Gran Bretaña, Alemania e Italia, similar a los grupos que llevaron a cabo los ataques en París y Bruselas”. Además advirtió que una de las figuras implicadas en los ataques en Bruselas y en París, Mohammed Abrini, informó que el Estado Islámico estaba considerando ataques durante el torneo de fútbol Copa de Europa en junio, que se jugaría en toda Francia . El manifiesto en Facebook de Larossi Abballah que sembraría de cementerios a Francia, demostró la realidad de la advertencia, que fue neutralizada por la policía francesa.
La potencial amenaza cobró mayor vigor cuando la Fundación Al Wafaa, un medio de comunicación cercano a los funcionarios del Estado Islámico, difundió un comunicado donde un escritor afín prometía que el Estado Islámico traería su violencia a Gran Bretaña. El escritor mencionó “Me dirijo en este artículo a David Cameron; él no debe creer que los ataques dirigidos en Bruselas y en París no llegarán a Londres” y agregó que “pronto, los soldados del califato sitiarán a Inglaterra, incluso antes de que a Estados Unidos”.
A fines de mayo, al acercarse el inicio del mes sagrado musulmán del Ramadán , un portavoz del Estado Islámico dijo a sus seguidores que era un buen momento para matar a la gente. Agregó que los yihadistas deben “hacerlo, con el permiso de Dios, para que sea un mes de dolor para los infieles en todas partes.” Otro extremista distribuyó un manual para el uso de venenos, añadiendo, en mal Inglés: “No olviden que el Ramadán está cerca, y es el mes de las victorias”.
Ya en el mes de junio (pleno Ramadán) el director de la CIA, John Brennan, advirtió que “ISIS puede recurrir a un “gran grupo de combatientes occidentales” que podrían atacar en los EE.UU. y la amenaza terrorista planteada por el grupo sigue siendo tan peligroso como siempre a pesar de los esfuerzos para aplastarlo militarmente”. Agregó además “Desafortunadamente, a pesar de todos nuestros avances en contra de ISIS, tanto en el campo de batalla como en el ámbito financiero, nuestros esfuerzos no han reducido la capacidad de terrorismo del grupo y su alcance global .”
Los yihadistas de ISIS han interpretado la creencia de su portavoz para servir a sus propios fines, creyendo que si es bueno matar a aquellos que son considerados infieles, tanto mejor para hacerlo durante el Ramadán. Además, creen ampliamente que las recompensas obtenidas por actos nobles son mayores durante el Ramadán, que culmina en la fiesta de Eid . Los ataques y atentados de ISIS de los últimos días, marcan tanto la evolución del accionar del Estado Islámico como sus mortales nuevas caras cambiantes.
No obstante, es necesario recalcar que, para la gran mayoría de los musulmanes del mundo, la violencia es completamente disonante con el mes sagrado, que además de ayuno es un tiempo de renovación espiritual, de oración y de visitas a amigos y familiares.
Rehenes en Turquía
Este Ramadán, más que sagrado, ha sido sangriento, con ataques terroristas matando e hiriendo a cientos de personas en Orlando, Estambul, Dhaka, Bangladesh y también Bagdad, donde una bomba mató a más de 200 personas la madrugada del domingo 3 de julio en una zona comercial llena de familias que acababan de culminar su ayuno.
Los ataques mortales son casi una fehaciente prueba de que el Estado Islámico, se está convirtiendo en una versión más grande y sofisticada de su gestor original Al Qaeda, en razón de que, no obstante, estar perdiendo territorio bajo ataques militares tradicionales en Irak y en Siria, está extendiendo su accionar más allá de sus autoimpuestos límites.
En Estambul,sus militantes llevaron a cabo un ataque suicida coordinado en el aeropuerto principal de la ciudad. En Bangladesh el viernes, un grupo extremista local, luego de separar a los conocedores del Corán de los que no, asesinó a los incautos extranjeros que desconocían su libro religioso sagrado. Y el domingo en Bagdad, el Estado Islámico se atribuyó la responsabilidad de un atentado en el que murieron más de 200 personas, aduciendo que se ejecutó en un lugar poblado de shiítas (confesión islámica contraria a los integrantes de ISIS).
Cuarenta y cuatro personas murieron en explosiones y tiroteos el martes 28 de junio, en el aeropuerto de Estambul, uno de los más activos del mundo. Los tres presuntos atacantes fueron Osman Vadinov, de nacionalidad rusa de Daguestán , un uzbeko y un nacional de Kirguistán, todos supuestamente pertenecientes al grupo Khorasan . El líder de este grupo Mushin al-Fadhli (muerto en Aleppo) fue lugarteniente de Osama Bin Laden y sus integrantes son antiguos combatientes extranjeros que vinieron de Irán, Afganistán y Yemen. Originalmente se ubicaron desde hace 2 años, en Kafr Deryan, en cercanías de Aleppo, al Norte de Siria. Si bien su función inicial fue la de establecer una red de comunicación de Al-Qaeda en Siria y establecer vínculos de combate con el grupo rebelde sunita Al-Nusrah, la actual, luego de la persecución aérea de la coalición en Siria, es diseminar su accionar en Europa y Occidente.
Los atacantes suicidas que lanzaron el asalto mortal al aeropuerto de Estambul estaban planeando tomar docenas de pasajeros como rehenes en el interior, antes de llevar a cabo una matanza. El autor intelectual Akhmet Chatayev, checheno, quien supuestamente organizó dos atentados mortales este año en el corazón del distrito turístico de Sultanahmet y la concurrida calle comercial de Istiklal, ambos en Estambul. Además está identificado en una lista de sanciones de las Naciones Unidas como un líder en ISIS responsable del entrenamiento de militantes de habla rusa.
Rezos en Bangladesh
El Holey, Panadería Artesanal y su restaurante, conocido como O’Kitchen, es un modesto establecimiento situado en el barrio diplomático de la capital de Bangladesh, Dahka, que tiene un jardín hermoso que ofrece algunos de los últimos espacios verdes en la ciudad y es el único lugar en el país que vende pan de masa fermentada y el yogur griego. La noche del viernes 01 de julio, 40 o más clientes estaban en el restaurante, junto con un gran contingente de personal, incluidos los dos chefs extranjeros.
En este caso el salvajismo cobró la vida de 28 personas, entre ellas 20 rehenes, seis de los siete hombres armados sospechosos y dos agentes de policía . Trece rehenes fueron rescatados, y se dice que por lo menos un asaltante fue detenido. Media docena de hombres jóvenes entraron, llevando pesadas bolsas de armamento, incluyendo granadas y armas largas. A medida que comenzó el ataque, los agresores gritaron “Allahu Akbar!” (Dios es grande) y disparaban al aire solo para crear miedo. Luego de haber dividido a los comensales por nacionalidad se les pidió que recitaran versos del Corán, sin afectar a los que pudieron hacerlo y cortándoles la garganta al resto. Un grupo de medios en línea vinculados al Estado Islámico afirmó que la organización militante llevó a cabo el ataque, para manifestar la extensión de la presencia operacional del Estado Islámico en Bangladesh.
Los asaltantes, podrían estar vinculados al grupo conocido como Jamaat-ul-Mujahideen Bangladesh, o JMB, quienes originariamente habían luchado contra los soviéticos en Afganistán en la década de 1980. También se los menciona como integrantes de otro grupo ahora desconocido llamado Ansarullah Bangla, que surgió como la justicia a los no conformistas como ateos y blogueros. Este grupo se cree que está alineado con Al Qaeda en el subcontinente indio e inspirado por el fallecido terrorista estadounidense yemení Anwar al-Awlaki y su yihad en la red.
Ayuno en Bagdad
A medida que los iraquíes se reunieron la noche del sábado 2 de julio por la noche en el centro de Bagdad para comer, comprar y simplemente estar juntos para celebrar una de las últimas noches del mes sagrado musulmán del Ramadán, una enorme bomba explotó y mató a más de 200 personas, la tercera masacre masiva de los civiles en tres países llevadas a cabo por el Estado islámico en los últimos días .
El ataque, que se produjo poco después de la medianoche en el barrio de clase media de Karrada, una zona muy concurrida de cafés, tiendas y hoteles, fue el ataque más mortífero en Bagdad este año y fue el primer asalto importante en la capital desde que las fuerzas iraquíes volvieron a tomar Fallujah desde finales del mes pasado. Fallujah había estado en manos del Estado Islámico por dos años y medio, más que cualquier otro en Irak o Siria, y muchos iraquíes había temido que después de su liberación el Estado Islámico podría contraatacar con más ataques terroristas sobre Bagdad.
Los extremistas del Estado Islámico afirmaron casi de inmediato la responsabilidad del ataque, diciendo que había matado a una reunión de los musulmanes shiítas. Pero Karrada es una zona mixta donde los iraquíes de todas las identidades se reúnen para hacer las cosas ordinarias: principalmente para comprar y comer.
No obstante, los tres atentados buscaban algo más que sembrar el terror. Sus formas distaban del simple terrorista que busca su inmolación como forma de llegar al paraíso. Un nuevo tipo de combatiente estaba despertando en esta legión suicida.
El nuevo “kamikaze” islámico y la madre de Satán
A partir de los ataques en Francia y en Bélgica, perpetrados por miembros del grupo Katibat Al-Battar Al-Libi (KBL), apareció un nuevo tipo de combatiente conocido como Inghimasi, que se traduce del árabe como “combatiente suicida que se sumerge en la línea del enemigo sin intención de regresar con vida.” Esta definición también captura el supuesto importante de no retorno. El término es bastante nuevo y comenzó a aparecer con cierta regularidad en los medios de comunicación en lengua árabe en la segunda mitad de 2013. Parece ser una nueva categoría estándar de los combatientes del Estado Islámico, a partir del testimonio de un tunecino desertor, quien al incorporarse al grupo se le dio a elegir entre ser un suicida, un inghimasi, o un luchador regular. También se han descubierto este tipo de combatientes en Yemen, a partir de un artículo de prensa de noviembre de 2013 que menciona los aspectos subversivos de infiltrarse en las líneas enemigas, para ponerse el uniforme del enemigo.
Este nuevo tipo de combatiente trabaja en conjunto con los terroristas suicidas, diferenciándose en que generalmente lo hacen a pie, armados con granadas y armas ligeras, y operan en un grupo, mientras los atacantes suicidas tienden a actuar solos para detonar los explosivos que cargan. Además se caracterizan por buscar objetivos que favorezcan las operaciones contra víctimas en masa. También se entrenan para ser equipos de liquidación, encargados de asesinar a aquellos que se niegan a jurar lealtad a Al-Baghdadi.
En el campo de batalla estos combatientes suicidas funcionan como fuerzas de choque, tratando de aflojar las defensas enemigas. También trabajan en pequeños equipos para atacar blancos no militares, como en los ataques contra el Hotel Corinthia en Trípoli a finales de enero y el Museo del Bardo en Túnez el pasado mes de marzo. No obstante la principal preocupación es que van a la operación con la esperanza de no volver.
Además, aparte de su nueva forma de combatir han encontrado un nuevo tipo de explosivo de fácil confección: triperóxido de triacetona, o TATP (siglas en inglés). Este descubrimiento se ha convertido en el explosivo oficial del Estado islámico en Europa, porque permite armarlo con productos comunes – decolorante de cabello y quitaesmalte de uñas – que se encuentran fácilmente en cualquier mostrador en toda Europa. Tal es su potencial que se lo apoda “la madre de Satán” .
Estos ataques representan un cambio en la rama de operaciones exteriores del Estado islámico que fue publicado por primera vez en la revista en línea de lengua francesa del grupo, Dar al-Islam, en marzo pasado.
En los anteriores ataques a pequeña escala, el Estado Islámico, al igual que Al Qaeda antes, había apuntado a objetivos simbólicos, incluidas las instalaciones de seguridad y los establecimientos con claros vínculos con Israel, o los intereses judíos, como el Museo judío en Bruselas. Pero en una entrevista publicada en la revista en línea, un alto jefe operativo identificado como ISIS Boubakar al-Hakim, quién se describe como el padrino de yihadistas franceses, aconsejó a sus seguidores a abandonar el simbolismo: “Mi consejo es dejar de buscar objetivos específicos. Golpear a todos y todo”.
La actualización en el manejo del salvajismo
Más aún, el 29 de septiembre de 2014, se publica en el diario libanés “Daily Star” un libro escrito por Abu Bakr Naji llamado “El manejo del Salvajismo”, teniendo como subtítulo -la etapa más crítica por la que deberá pasar el islamismo- . Si bien el libro fue publicado en internet en el 2004, a partir de la proclamación del califato del Estado Islámico (05 Jun 2014 en Mosul –Iraq-) se lo tomó como doctrina fundacional. En el mismo se describen los sucesivos pasos para su instalación regional, fijando las etapas de acción:
1º etapa: Guerra de humillación, mediante el agotamiento a través de una guerra en pequeña escala.
2º etapa: Difusión del Salvajismo, para separar las regiones a ser separadas de los apostatas (se pasa de la Guerra de Guerrillas limitada al Terrorismo en gran escala).
3º etapa: Administración del salvajismo, para establecer una sociedad combatiente con objetivos de autodefensa (formación de una agencia de Inteligencia).
Además proclama la creación de un Programa Político-Social para unificar los “corazones del pueblo” y de un enclave rudimentario para el control del movimiento y expandirse, además de rechazar a los enemigos y colocarlos a la defensiva”.
La razón originaria de libro es el desprecio de Naji por la blandura de la interpretación religiosa actual, razón por la cual exalta las tácticas brutales y se justifica recordando que los dos califas que siguieron al profeta Mahoma «quemaron a la gente con fuego, aun cuando era odioso, porque comprendían el efecto de la dura violencia en épocas de necesidad». Además considera que en el desorden de los anteriormente estables países árabes, los yihadistas podrían prevalecer por medio del «manejo del salvajismo».
Como expresión de su contenido basta con leer uno de sus párrafos “Hacer la batalla muy violenta, de modo que la muerte sea un latido constante, por lo que los dos grupos se darán cuenta que entrar en esta batalla con frecuencia los llevará a la muerte. Ese será un poderoso motivo para que el individuo elija luchar en las filas de la gente de verdad para morir bien, lo que es mejor que morir por una falsedad y la pérdida de este mundo y del próximo“.
Inshallah (quiera Dios en árabe) que antes de morir por una falsedad para evitar la pérdida del próximo mundo, esos combatientes puedan aprenden a vivir bien en éste como camino de su reconciliación confesional y política con su región y el mundo. Al respecto, nada mejor que recordar al guerrero de la 2da Guerra Mundial al que decir que “para ganar una guerra no hay que morir por su Patria, sino hacer que el enemigo muera por la suya”.