A 40 años de la aprobación del Plan de Acción de Buenos Aires (PABA), 1500 representantes de 193 países y organizaciones internacionales se dieron cita en la Argentina para participar de la Segunda Conferencia de Alto Nivel de la ONU sobre la Cooperación Sur-Sur.
En el evento, en el que se discutió el rol de la cooperación entre países en vías de desarrollo para el logro de los objetivos de la Agenda 2030, se analizaron experiencias nacionales en la lucha contra la pobreza y la desigualdad, la mitigación del cambio climático, la igualdad de género y la atención de las necesidades del Tercer Mundo en materia de infraestructura y suministro energético.
“En todo el Sur global hemos sido testigos de avances notables: millones de mujeres, hombres y niños han salido de la pobreza extrema. Los países en desarrollo han alcanzado algunas de las tasas de crecimiento económico más rápido que se han visto hasta el momento”, señaló el secretario general de Naciones Unidas, el portugués António Guterres, en la apertura de la conferencia. “Tenemos la oportunidad de desarrollar y fortalecer los marcos de la cooperación Sur-Sur, perfeccionar sistemas e instrumentos, aumentar la transparencia y fomentar la rendición de cuentas”, añadió.
Por su parte, la presidente de la Asamblea General de la ONU, la diplomática y excanciller ecuatoriana María Fernanda Espinosa, destacó que la conferencia que tuvo lugar en 1978 en Buenos Aires se ha convertido en un “símbolo de la solidaridad y la determinación de los países del Sur para ser protagonistas de su propio desarrollo y de la necesidad de un nuevo orden internacional más equitativo e incluyente, en el que todos puedan aportar de acuerdo a sus potencialidades”. Y añadió: “Los países del Sur tienen hoy un rol decisivo, no solo en la economía, sino en la búsqueda de alternativas a las múltiples crisis contemporáneas, como la climática, la migratoria y la de seguridad”.

María Fernanda Exitosa resaltó los “resultados extraordinarios” conseguidos por los “innumerables proyectos gestados bajo la cooperación Sur-Sur”, entre los cuales mencionó la cooperación tecnológica para las energías renovables entre India, China y Brasil; la labor de los contingentes de médicos cubanos en África para superar la emergencia del ébola; y la iniciativa de los países del Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador) en el desarrollo de un plan integral para abordar el fenómeno migratorio. “Nuestro desafío es potenciar estos ejemplos y adaptarlos al nuevo paradigma de desarrollo sostenible, con formas innovadoras de trabajo conjunto y solidario”, enfatizó, al tiempo que aclaró que “la cooperación Sur-Sur no reemplaza a la Norte-Sur, sino que la complementa y la enriquece”.
A su turno, el anfitrión Mauricio Macri se refirió al compromiso de la Argentina, que es percibida por la comunidad internacional como “socio confiable, protagonista y con vocación de construir colectivamente la gobernanza del siglo XXI”. “La cooperación es una gran herramienta para promover el vínculo horizontal entre países con diferentes niveles de desarrollo”, manifestó el mandatario, quien destacó la larga tradición argentina en áreas como la agroindustria, la innovación tecnológica y productiva, la salud, la justicia y los derechos humanos. En concreto, aludió a los 10.800 proyectos que instituciones de nuestro país ha llevado a cabo, a través del Fondo Argentino de Cooperación Internacional (FO-AR), con más de 80 países en todo el mundo.
Entre los numerosos organismos e instituciones argentinas que expusieron sus proyectos e iniciativas, en eventos paralelos a la conferencia, cabe destacar la participación del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) y Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante de Argentina (INCUCAI).
Además del anfitrión Mauricio Macri, participaron de la conferencia otros tres jefes de Estado de la región: los presidentes de Chile, Sebastián Piñera; del Uruguay, Tabaré Vázquez; y del Paraguay, Mario Abdo Benítez.