En el día internacional de la Solidaridad Humana, analizamos el perfil del hombre que encarna la ayuda desinteresada en el país. ¿Qué relación hay entre solidaridad y política?
Una noche en la cancha de River, con techo y comida, para que las personas en situación de calle pudieran pasar el frío. Clara y concisa fue la propuesta de Juan Carr a principios de julio pasado, cuando la Ciudad de Buenos Aires atravesaba días de temperaturas heladas. Las repercusiones no tardaron en llegar en las redes sociales: hubo quienes aplaudieron la gesta de pie, y hubo quienes acusaron a Carr de prestarse para una operación política en contra del gobierno de Cambiemos. El episodio, más allá de la anécdota, es elocuente en más de un sentido: en primer lugar, coloca al impulsor de Red Solidaria en el centro de la escena mediática y, en segundo orden y más importante aún, pone de manifiesto la relación, un vínculo tenso y lleno de matices, entre solidaridad y política. El propio Carr declaró que simplemente hacía lo que hizo toda su vida: ayudar.
La cara de la solidaridad en Argentina es, sin duda, Juan Carr. Hijo de una profesora de idiomas y padre abogado, desde chico tuvo afinidad por la ayuda al otro: basta mencionar que, apenas cumplidos los 18 años, lo primero que hizo fue salir a donar sangre. Estudió veterinaria con el fin de aprender a producir alimentos para quien no pudiera pagarlos y, sin embargo, al recibirse dio un giro y orientó su perfil hacia la educación. Estudió Ciencias Políticas unos años, siempre con el foco en utilizar sus habilidades al servicio del otro.
Hoy, Carr dirige la organización Red Solidaria, un organismo de estructura informal que reúne a sectores que tienen algún tipo de necesidad social -alimento, escuelas, etc.- con quienes pueden ayudar a resolverla, y participa de múltiples iniciativas que apuntan a construir un mundo mejor, entre ellos el medio periodístico digital Red/Acción, que se encarga de hacer “periodismo humano”.

Aunque en un primer momento pueda parecer imposible que una figura como él tenga detractores, los tiene. Luego del evento en la cancha de River, funcionarios afines al gobierno de Cambiemos adujeron que en verdad Carr era parte de una operación política de la oposición para dar a entender que no hay medidas que protejan a los más vulnerables. Como respuesta, Carr dijo que “Red solidaria es política y es religiosa, nuestra riqueza es que pensamos todos distinto”, con una mezcla de ironía e inocencia.
Por otra parte, históricamente, los sectores revolucionarios siempre renegaron de la filantropía y las acciones solidarias, pues consideran que son un paliativo para adormecer a la sociedad sin comprometerse en un cambio serio. Mientras él considera que las empresas pueden contribuir en conjunto con otros sectores a generar un verdadero cambio, hay otros que sostienen que el verdadero cambio no se trata de un consenso -que por definición siempre sería insuficiente y favorable a los intereses burgueses- sino de una revolución “pateando puertas”.
En cambio, el afán del líder de Red Solidaria por el encuentro entre los argentinos es intenso: “La última vez que la Argentina se encontró política y socialmente fue cuando se aprobó la Asignación Universal por Hijo, una idea transformadora que surgió de la izquierda, el progresismo y la CTA, a la que se sumó después la UCR, con la que también acordaron Caritas y la Iglesia. Creo que fue un hecho clave en la lucha contra la pobreza de nuestro país para el que no se necesitó una inversión extraordinaria, sino el encuentro de los argentinos”.
Carr no duda en que la política es necesaria para generar cambios duraderos, que, por cierto, no involucran solamente a la matriz económica sino también a aspectos diversos, como la educación y la salud. Al día de hoy, Red Solidaria abarca 81 temáticas que incluyen autismo, celiaquía, problemáticas de género y uso de plásticos, entre muchos otros. Su carácter ecuménico es un sello personal: a las demandas tradicionales se suman aspectos diversos e invisibilizados que, como el magma de un volcán, irrumpen en la esfera pública, como la ecología.
A pesar de las múltiples dificultades que atraviesa el mundo, otro sello característico del líder de Red Solidaria es el optimismo. “Lo conmovedor de nuestro pueblo es que, más allá de todo lo que ha pasado, con sus más y sus menos, sigue adelante cotidianamente. A mí me emociona”, declaró Carr a este medio en junio pasado.