La Policía suiza detuvo en Zurich a siete dirigentes de la FIFA por orden de Interpol. El Departamento de Justicia de EE.UU. apunta contra nueve directivos de esa organización y cinco empresarios.

El Departamento de Justicia de EE.UU. informó que nueve funcionarios del fútbol y cinco ejecutivos de empresas deportivas y de promociones enfrentan la extradición desde Suiza por cargos de corrupción que involucran la aceptación de sobornos por 150 millones de dólares. La fiscal general Loretta Lynch dijo que busca la detención de otras personas en el caso de corrupción, mientras que el Departamento de Justicia de EE.UU. firmó que el exvicepresidente de la FIFA, Jack Warner, solicitó 10 millones de dólares en sobornos al Gobierno de Sudáfrica para que el país organizara el Mundial del 2010.
Entre los arrestados no figura el presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, pero sí varios ubicados debajo de él en la jerarquía del órgano deportivo más rico y poderoso del mundo. Entre los 14 acusados por el Departamento de Justicia de EE.UU., siete funcionarios de la FIFA fueron arrestados en Zúrich, incluyendo al presidente de la CONCACAF, Jeffrey Webb; el uruguayo Eugenio Figueredo, vicepresidente de la FIFA y expresidente de la CONMEBOL; el venezolano Rafael Esquivel; el brasileño José Maria Marín, expresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF); el dirigente costarricense Eduardo Li; el nicaragüense Julio Rocha; y Costas Takkas, de las Islas Caimán. Los arrestos de policías suizos vestidos de civil fueron realizados al amanecer en el lujoso hotel de Zúrich donde se hospedaban los funcionarios de la FIFA, antes de las elecciones de esta semana donde se anticipaba que escogerían a Blatter para un quinto mandato. El expresidente de la CONMEBOL entre 1986 y 2013, el paraguayo Nicolás Leoz, de 86 años, quien no se encontraba en Suiza, también fue acusado en el caso.
Cuatro personas y dos acusados corporativos ya se habían declarado culpables de varios cargos, dijeron las autoridades. El Departamento de Justicia estadounidense también dijo que se estaban registrando las oficinas de la Confederación de Fútbol de Norte, Centroamérica y el Caribe (CONCACAF) en Miami, Florida. “Como figura en la acusación, los acusados promovían una cultura de corrupción y codicia que creó un campo de juego dispar para el mayor deporte en el mundo”, dijo el director del FBI, James Comey. “Los pagos ilegales y clandestinos de dádivas y sobornos se convirtieron en una forma de hacer negocios en la FIFA”, agregó.
Por su parte, la FIFA dijo, a través de un comunicado de prensa, que “coopera plenamente en el marco de las investigaciones y brinda todo su apoyo en la recopilación de pruebas”. “Las autoridades suizas han indicado que esta recopilación de pruebas se lleva a cabo sobre la base de una colaboración”. “Resulta satisfactorio que la investigación se realice de manera resuelta por el bien del fútbol y estamos convencidos de que ayudará a reforzar las medidas adoptadas por la FIFA”, aseguraron desde la enteidad rectora del fútbol mundial. La FIFA decidió prohibir temporalmente a once personas involucradas en el escándalo de participar en actividades relacionadas con el fútbol, tanto en el ámbito nacional como en el internacional.
“Considerando el hecho de que las acusaciones formuladas están relacionadas con el fútbol y la grave naturaleza de las mismas, ha sido necesario actuar de inmediato con rapidez y decisión. El procedimiento se llevará a cabo conforme al Código Ético de la FIFA”, comentó el presidente de la Comisión de Ética, Hans-Joachim Eckert. Las personas sancionadas son: Jeffrey Webb, Eduardo Li, Julio Rocha, Costas Takkas, Jack Warner, Eugenio Figueredo, Rafael Esquivel, José Maria Marin, Nicolás Leoz, Chuck Blazer y Daryll Warner.