El Gobierno chino busca terminar con su sistema de campos de trabajos forzados, denunciados por diferentes organismos de derechos humanos, que rigen desde 1957 y están destinados a menores en conflicto con la ley.
La medida que busca concretar el gobierno de China será un paso más en las políticas de reformas anunciadas por el nuevo secretario general del Partido Comunista, Xi Jinping.
Los campos de trabajo forzado funcionan bajo el sistema conocido como “reeducación a través del trabajo” que funciona desde 1957 y permite sentenciar a delincuentes menores a hasta cuatro años de confinamiento sin pasar por los tribunales.