La cabo Pamela Constansa Verón forma parte de la Dirección General de Aviación del Ejército Argentino como mecánica de aviación y corrió en el Campeonato del Mundo de Carreras de Obstáculos, donde homenajeó a su primo David Melián, uno de los 44 tripulantes del ARA San Juan. Por Francisco Reyes.
Oriunda de El Bobadal, una localidad del Departamento Jiménez, en la provincia de Santiago del Estero, Constansa afirma que sus dos grandes pasiones son la aviación y el competir en carreras de obstáculos. En una de estas carreras, quedó clasificada en el Campeonato Mundial de Carreras de Obstáculos (OCR World Championships) en Londres, una dura competencia de 15 kilómetros en la que se deben superar más de cien escollos, y deportistas de todo el mundo ponen a prueba sus destrezas. Así fue como, sin haberlo planificado, viajó al Reino Unido, con una promesa.
Esta no fue una carrera más. Llevaba puesta una remera con la última foto que se sacó con vida su primo, David Melián, uno de los 44 tripulantes del ARA San Juan, submarino que desapareció el 15 de noviembre de 2017. También llevó a Londres una bandera que mantuvo junto a ella en todo momento con la imagen de los 44 marinos del ARA y la de las Islas Malvinas. “Para que no queden en el olvido nuestros héroes”, manifestó a DEF, en una entrevista en la que contó los detalles de su tributo.
– ¿Cómo surgió tu pasión por correr?
-Yo formo parte del Ejército Argentino como mecánica de aviación, entré en la Escuela de Suboficiales Sargento Cabral en el año 2013. Ahí, ni bien entré, me incorporé al equipo de atletismo los dos años que estuve estudiando, porque rendí muy bien la carrera de obstáculos. Después me egresé y empecé haciendo algunas carreras de 10 km, 8 km, sin obstáculos, acá en Buenos Aires. Después probé una de 8 km con obstáculos, a la que me animé así de una y me fue bien. Tanto me gustó, que desde que me egresé, todos los años hasta el día de hoy compito y sigo corriendo. Lo hago como hobby.
– ¿Y cómo llegaste a clasificar en el campeonato mundial? ¿Y cómo se te ocurrió el homenaje a los tripulantes del ARA San Juan?
– Fue gracias a una de esas carreras de 5 km en Florencio Varela, con obstáculos bastante duros, que yo no sabía que era clasificatoria. Así, quedé para el mundial de carrera con obstáculos, competencia que, dicho sea de paso, no sabía que existía. Entonces, empecé a investigar cómo era, dónde era. Justo antes de esa competencia, había desaparecido el submarino ARA San Juan, con el cabo principal de la Armada David Melián entre sus 44 tripulantes, que era más que un primo para mí. Nosotros somos de un pueblo muy chiquito de Santiago del Estero, de El Bobadal, donde nos conocemos todos y de ahí lo conozco, desde que éramos niños. Aunque somos primos no tan cercanos, siempre nos veíamos en las vacaciones, porque él se vino a vivir a Buenos Aires. Lo que pasó con el submarino nos pegó mucho, a todo el pueblo y a toda mi familia, fue una noticia muy triste.

– ¿Qué recuerdo tenés de David?
– El último recuerdo que tengo de él fue en las vacaciones, en Bobadal, en un baile que se hace allá, donde va toda la familia. La última vez que lo vi fue ahí. Lo saludé, me acuerdo que hablamos un poco del Ejército, de la Armada, de que su hermano que había entrado, uno de los más chicos, y después ya no lo vi más.
– ¿Cómo era él?
– Era como toda persona de pueblo, humilde, él vivía en un pueblo mucho más chico que Bobadal, alejado de lo que es la urbanización del pueblito, y le costó bastante todo, salir adelante, y conseguir su sueño, y después pasó lo que pasó.
– ¿Cuándo tomaste la decisión de llevar a David y a los 44 con vos al mundial?
– En la carrera de Florencio Varela yo decidí hacerles un homenaje a los 44 tripulantes del ARA San Juan. Hice una bandera, que llevé toda la carrera, encima la tenía en el cuello, se me mojaba, se me hacía para atrás, me la ponía en la boca, y fueron en total 5 km de obstáculos así, con la bandera argentina con un dibujo del submarino ARA San Juan y el de las Islas Malvinas. Después de una semana, se comunicaron conmigo los de la organización de la carrera, y me dijeron que había clasificado para el Campeonato del Mundo de Carreras de Obstáculos, porque había obtenido un muy buen puesto en la categoría general, donde quedé entre los cinco primeros mejores tiempos. Ahí empecé a averiguar qué era esta competencia, que finalmente se hizo en Londres entre el 19 y el 21 de octubre, tres días a puro obstáculos. Fue ahí donde hice la promesa de correr con la bandera.
– ¿Cómo siguió tu día a día después de saber que competirías en el mundial de la carrera de obstáculos?
– Primero empecé a buscar cómo ir, me di cuenta de que era un presupuesto muy importante, que me tenía que bancar todo yo, pero tenía que cumplir mi promesa y dije: “Bueno, como sea voy a ir a Londres, vendiendo empanadas o lo que sea, voy a viajar y voy a hacer el homenaje allá”, donde yo sabía que habría personas de todos lados, muchísima gente de muchos países y quería que todos pudieran ver el homenaje que yo estaba haciendo, para que no quedaran en el olvido nuestros héroes del ARA. Inmediatamente me puse a ahorrar, dejé de comprarme cosas, saqué un préstamo. Fue muy emocionante porque Lourdes Melián, la hermana de David me regaló la remera con la que corrí.
– ¿Cómo fue la experiencia en el Reino Unido?
– Ni bien puse un pie en Londres me largué a llorar, fue muy emotivo, estaba en el aeropuerto, y no lo podía creer, ahí recién caí en la realidad de todo lo que me estaba pasando. Estuve como dos horas hasta que se me pasaron los nervios, fui completamente sola. La remera no era para correr, y por ser de algodón me pesó muchísimo, y más llena de barro. Había conocido a unos chicos allá en Londres que me decían: “Mirá, tenemos esta camiseta, corré con esta, sacate una foto con la remera del ARA y usá esta que es apropiada para el desafío deportivo” y yo les dije que de ninguna manera, la promesa mía era correr con la remera, llegar con ella a la meta. Lourdes la había hecho con la última foto que se había sacado David unas semanas antes de embarcar al ARA San Juan, en Ushuaia.

-¿Cómo viviste la carrera?
-Fueron 15 km con más de cien obstáculos, muchísimos, tremendos, de mucha dificultad, muy distintos a los de Buenos Aires. En la carrera, hubo momentos en los que quería aflojar, pero seguía por David. Miraba para abajo, veía y tocaba su foto en la remera y él me daba fuerzas para seguir, superando uno por uno cada obstáculo que se me presentaba. Había un cartel que marcaba la distancia en el tercer kilómetro y luego nada, no había carteles, y ya no sabía en qué kilómetro iba, estaba perdida. Finalmente vi “Km 12”, y ahí me di cuenta que ya estaba, faltaban tan solo tres kilómetros, no quedaba nada. El último obstáculo, que fue una rampa así bastante alta, no sé de donde saqué las últimas fuerzas, pero lo pasé y del otro lado vi el arco de llegada. No lo podía creer. Ahí miré al cielo y no recuerdo haber visto nada, estaba blanco el frente, y nunca vi que dijera “Finish”, es decir “llegada”, me agarré el pecho, me largué a llorar de la emoción, y cuando me pusieron la medalla no sabía para dónde ir.
– ¿Cómo saliste en la carrera?
– De 90 competidores de mi categoría, que es de 25 a 29 años, quedé décima. Estoy bastante contenta con el tiempo que hice.
– ¿Qué repercusión tuvo tu participación en Argentina?
-Cuando desde la organización OCR (que lleva adelante el mundial) me facilitaron las fotos, se las mandé a una amiga que vive conmigo acá en Buenos Aires. Ella las subió al Facebook, y se empezaron a viralizar. Cuando regresé a Argentina ya estaban en todos lados. No me esperaba ningún reconocimiento, es algo que hice sin ningún interés, era una promesa mía, que me costó mucho esfuerzo, pero valió la pena.
– ¿Qué consejo le darías a los jóvenes para poder alcanzar sus sueños?
– Creo que siempre que tuve un sueño, una meta, la trataba de conseguir, siempre hacía cosas sin olvidar mi sueño, siempre tratando de progresar, de salir adelante, varias veces también me caí, porque no es que es todo fácil, yo como tantos que estamos en el Ejército no venimos de familias con mucho dinero, nos cuestan muchos las cosas, pero se pueden lograr, con sacrificio y con voluntad. Esto era algo civil, un hobby, pero yo igual llevé la bandera, me puse el escudo de mí Unidad (Dirección de Aviación de Ejército) porque tengo sentido de pertenencia, me gusta el Ejército.
– ¿Qué repercusión tuvo en la familia de David tu homenaje en el mundial?
– Hice un video justo después de correr, exclusivamente para la hermana de David y para las familias de los 44 tripulantes del ARA San Juan. Ella mostró el video, superemocionada, me escribió en ese momento, al otro día, me lo agradecía, y yo le decía que no tenía nada que agradecerme, lo quise hacer no solo para David, sino para todos ellos.