El gobierno porteño avanza en la urbanización integral de la antigua Villa 31. El Secretario de Integración Social y Urbana, Diego Fernández, brindó los detalles del plan en el Encuentro Argentino de Seguridad Humana organizado por la Fundación Criteria y la Universidad del CEMA (UCEMA).
“El Barrio 31 tiene 40.000 habitantes y es más grande que el 65 % de las ciudades de la Argentina; es una verdadera ciudad dentro de la ciudad”, señaló Diego Fernández, el funcionario porteño que tiene a su cargo el Plan de Urbanización Integral, al explicar la dimensión de este gran núcleo poblacional que arrastra más de ocho décadas de atraso y postergación.

En materia habitacional, el subsecretario de Integración Social y Urbana aclaró que la gran mayoría de quienes viven en el barrio no va a ser trasladado porque –dijo– “está comprobado que es más efectivo mejorar las viviendas existentes”. De las 10.400 que hoy existen, solo serán relocalizadas las familias que viven en 1.400 de esas casas, que se encuentran ubicadas en el Bajo Autopista y en la zona norte del vecindario. El proceso estará concluido en julio de 2019.
Al describir la problemática de los vecinos del Barrio 31, Fernández mencionó una serie de índices que ponen en evidencia sus carencias: solo el 24 % cuenta con educación secundaria completa; el 26 % tiene cobertura médica y el 36 % posee un trabajo formal. “Estamos nivelando la cancha para que todos tengan las mismas oportunidades”, expresó Fernández.
“En el barrio hay un capital humano enorme; el objetivo es generar las condiciones y la dinámica para que ese capital humano se transforme en capital social”, manifestó el funcionario, quien se mostró entusiasmado por las mejoras en el hábitat, el funcionamiento de los servicios públicos y la participación de los vecinos en los cursos de formación laboral que dicta el Centro de Desarrollo Emprendedor y Laboral (CEDEL), inaugurado en enero de 2017 en el inmueble que era, hasta abril de 2016, un búnker narco.

“En el primer año de operaciones, cuatro de cada diez personas de la población económicamente activa del barrio pasaron por el CEDEL, y dos de cada diez se anotaron en un curso. Uno de cada diez logró terminarlo. Esto pasó porque la gente está buscando oportunidades para poder progresar, desarrollarse y conseguir un mejor futuro”, destacó Fernández.
En materia educativa, se encuentra en obras el Polo María Elena Walsh, adonde se trasladará la sede del Ministerio de Educación de la Ciudad y en el que se inaugurarán tres escuelas, una inicial, una secundaria y una para adultos, que contarán con 1.200 alumnos. Los nuevos edificios estarán listos en agosto de 2019.
Finalmente, con el objetivo de mejorar la deficiente atención sanitaria del barrio, se prevé que para fines del próximo año estén inaugurados tres centros de salud. Además, a partir de un empadronamiento efectuado en el barrio, cada familia contará con un médico de cabecera y a cada uno de sus integrantes se le cargará su “historia clínica electrónica”.
Como complemento de la acción del Estado, el titular de la consultora Almado, Alejandro Preusche –también presente en el Encuentro de Seguridad Humana– se refirió a las denominadas “inversiones de impacto”, que definió como “aquellas que buscan generar un cambio social”.
“El desafío es atraer capital para generar desarrollo”, sintetizó el empresario. Y subrayó, en base a su experiencia profesional previa, que “las inversiones sociales nunca se deben cortar porque crean expectativas en sus beneficiarios, que hay que cumplir”.

Preusche definió al Barrio 31 como “un caso paradigmático en el mundo”. Destacó el abordaje territorial del problema por parte del Estado e invitó a las empresas a “involucrarse en serio” y “no solo desde la óptica de la responsabilidad social empresaria”. En diálogo con DEFOnline expresó: “Es un proyecto tan ambicioso y de tal amplitud que sería importante que muchos actores del sector privado y del sector académico, se acerquen y se comprometan con el objetivo”.
“El plan es muy bueno en dos dimensiones: por un lado, porque podemos ayudar a los vecinos del Barrio 31 a tener mejores proyectos de vida, pero, por otro lado, también ayudarnos a nosotros, porque acercamos a esa realidad nos ayuda a ser mejores”, completó.
Informe de Mariano Roca y Francisco Reyes.