El régimen de Kim Jong-un avanza con un ambicioso plan militar que busca convertir a Corea del Norte en una potencia bélica capaz de amenazar por tierra, mar y aire, despertando preocupación en la comunidad internacional.
El régimen norcoreano inaugura un resort de lujo en la frontera con Rusia, accesible únicamente para visitantes rusos, marcando un giro en su estrategia turística y económica.