La decisión promete una experiencia más personalizada, pero despierta fuertes debates éticos, legales y sociales sobre los límites del deseo en la inteligencia artificial (IA).
OpenAI acaba de mover una ficha que buscará redefinir la competencia tecnológica mundial: ChatGPT Atlas promete un internet sin necesidad de buscadores.
La empresa de Sam Altman lanzó un modelo de ‘opt-out’ que permite usar obras con copyright, a menos que sus titulares lo bloqueen, cambiando las reglas del juego en derechos de autor.
Mientras los usuarios descansan, el modelo generativo de IA se adelanta a los preparativos y desarrolla tarjetas personalizadas con recomendaciones y resúmenes diarios.
La competencia en inteligencia artificial generativa se concentra en unos pocos líderes: OpenAI, Google, Anthropic, Meta y DeepSeek. Cada uno ofrece distintos niveles de rendimiento, integración, seguridad y acceso.
Un adolescente estadounidense de 16 años, llamado Adam Raine, se quitó la vida tras mantener conversaciones durante meses con la IA. Las versiones del caso.
En medio de una guerra por la inteligencia artificial, el magnate sudafricano causa revuelo con fuertes acusaciones y hasta incluso amenaza con demandar a la competencia.