Daniel Carussi manejó casi 10 horas para llevar algo de alivio a los bahienses. Detrás de ese viaje, una historia con homenaje a los héroes de la Guerra de Malvinas. Un relato de soberanía y solidaridad.
Cuando la lluvia se detuvo, la ciudad quedó devastada. Con muchas viviendas bajo el agua, los bahienses, junto a las FF.AA., comenzaron la reconstrucción. Desde Puerto Belgrano, un grupo de hombres y mujeres se trasladó con la misión de aliviar las zonas inundadas.
El país entero se conmovió por la tragedia que sufrieron los bahienses Por eso, cuando comenzaron a llegar las donaciones y los envíos del gobierno, se necesitó de un planeamiento logístico para que lleguen a los damnificados. Las FF. AA., actores necesarios en el sistema.
Cuando el agua comenzó a subir, el soldado Ariza, de la IIIra División de Ejército, lo perdió todo. Aun así, pudo salvar a su familia y, prácticamente sin saber cómo navegar, tomó un kayak y, en más o menos 40 viajes, pudo evacuar a cientos de bahienses.
El 7 de marzo marcó un antes y un después para la Compañía de Comandos 603. Ante el peligro que acechaba la ciudad, decidieron -por primera vez en la historia de esta unidad- salir con sus botes y vehículos tácticos. Salvaron a decenas de familias y hasta evacuaron el hospital Penna.
El general Jorge Luis Díaz, del Ejército Argentino, recibió al equipo de DEF en Bahía Blanca para profundizar los detalles de una operación de apoyo a la comunidad, sin precedentes, en el sur de la provincia de Buenos Aires.
Desde la Brigada Aérea I, de El Palomar, un Hércules C-130 despegó con material del Ejército Argentino hacia Bahía Blanca. Arriba de la aeronave, equipamiento y personal especializado para colaborar con los damnificados por las inundaciones.
Para colaborar con aquellos que lo perdieron todo y que, sin luz ni agua, tuvieron que comenzar a reconstruir sus hogares, la Fuerza está desplegada en distintas zonas de Bahía Blanca.
Cuando la fuerza del agua lo destruyó todo, el Hospital Militar de Bahía Blanca se convirtió en el único al que pudieron acceder los bahienses. Ancianos, heridos y hasta una mujer a punto de dar a luz fueron los protagonistas de historias conmovedoras relatadas por los médicos militares.
La fuerza del agua arrastró y debilitó varios puentes de la ciudad. Fue el Ejército Argentino el que se puso al hombro la difícil tarea del armado de la infraestructura necesaria para unir a los bahienses.