Walter “Petiso David” Lobos, presuntamente ligado a la organización criminal Los Gardelitos, se había entregado en Tucumán, Argentina, por una causa menor de narcotráfico, pero su futuro puede complicarse por una nueva investigación que pone el foco en el lavado de activos y una serie de movimientos financieros sospechosos que alcanzan los 500 millones de pesos.
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Narcotráfico en Argentina: la ostentación en redes y la caída de uno de Los Gardelitos
La caída de Lobos comenzó cuando publicó videos en redes sociales y fotos exhibiendo joyas costosas y viajes al exterior, incluyendo un viaje para ver a la Selección Argentina en el Mundial de Qatar en 2022, que captó la atención de la Policía Federal.
Esa exposición facilitó el trabajo de la Justicia Federal, que desde ese año seguía sus movimientos y cuentas, hasta encontrar cinco kilos de marihuana en una de sus viviendas, lo que derivó en un procesamiento y su posterior entrega.

Lobos, conocido integrante del clan Los Gardelitos, ya había sido mencionado en el pasado por robos, violencia de género e incluso homicidios, aunque nunca había sido condenado previamente. En 2007 fue vinculado con un tiroteo y una fuga policial, y también fue señalado en la causa por el crimen de un lavador de autos, aunque fue desvinculado en esa ocasión.
En octubre de 2025 fue procesado por tráfico de estupefacientes tras el hallazgo de marihuana en su domicilio, quedando con prisión preventiva y un embargo millonario de bienes, considerado de alta peligrosidad por la Justicia Federal.
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La causa de lavado de activos que complica al “Petiso David”
Pero ahora las investigaciones crecieron y el fiscal federal Agustín Chit investiga a Lobos y siete integrantes de su entorno familiar por lavado de activos vinculados al negocio del narcotráfico. Según la causa, su actual pareja, hijos y madre figuran en movimientos financieros sospechosos que no coinciden con sus ingresos declarados, sumando casi 500 millones de pesos que podrían constituir maniobras de blanqueo.

Los investigadores detectaron transferencias millonarias, viajes internacionales costosos y movimientos de bienes que no se justifican con salarios formales, lo que acrecienta la sospecha de que la familia operó como estructura para legitimar fondos ilícitos.
Lobos y sus allegados negaron cualquier vínculo con el narcotráfico o lavado de dinero, insistiendo en que los bienes y recursos provienen de actividades comerciales lícitas como venta de vehículos, préstamos personales y alquileres, y que la droga hallada fue plantada por la Policía, versión que repitieron en sus declaraciones.
El caso del “Petiso David” y Los Gardelitos se enmarca en una creciente preocupación por la violencia narco y las disputas entre bandas en Tucumán, donde por el momento no se pudo poner un freno a las redes vinculadas al narcotráfico y el crimen organizado.




