Especialistas en ciberseguridad alertan sobre la mayor filtración de datos personales en la historia de Argentina, luego de que un archivo de más de un terabyte de información sensible de ciudadanos fuera publicado en la dark web.
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Los detalles de la mega filtración que alcanza a millones de argentinos
La supuesta brecha afecta a bases pertenecientes a organismos oficiales y empresas privadas, lo que podría facilitar delitos como suplantación de identidad y estafas digitales.
La filtración involucra a bases de datos como ANSES, ARCA, los Registros de la Propiedad Automotor, con números de teléfono, direcciones, correos electrónicos, salarios y otros datos personales detallados. Aunque el Gobierno afirma que no hubo vulneración en sistemas estatales, el volumen de información en la dark web resulta un motivo de preocupación.

Según se conoció en los últimos días, la filtración de un terabyte en datos incluye múltiples bases con información de residentes argentinos como:
- Más de 60 millones de registros vinculados a ARCA (ex AFIP) con datos fiscales.
- Más de 75 millones de registros del Registro Nacional de la Propiedad Automotor (DNRPA).
- Más de 176 millones de entradas de ANSES con teléfonos, correos, direcciones, salarios y relaciones laborales.
- Más de 100 millones de registros de bases de datos de compañías de telefonía celular.
- Millones de direcciones de correo electrónico para campañas de marketing.
La vulneración de la información personal estaría vinculada a la base de datos de Work Management, sucesora de SudamericaData, una empresa que comercializaba informes detallados sobre personas y empresas, y que fue clausurada judicialmente en 2023 tras una investigación por espionaje ilegal a jueces y otros actores.
Aunque fue clausurada, habría continuado operando y recopilando información sensible que ahora quedó expuesta en la red oscura.
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Argentina, frente a una vulneración histórica que enciende las alarmas
La aparición de datos aparentemente actualizados hasta finales de octubre y noviembre de 2025 preocupa a especialistas, ya que implicaría que la base de datos expuesta contiene información reciente y detallada de millones de personas.
A raíz de este suceso, DEF accedió al análisis de Eduardo Glavinich, director ejecutivo de la Fundación Sherman Kent, un think tank sobre inteligencia estratégica con sede en Argentina, y Secretario Nacional del Consejo Argentino para la Seguridad Integral (CAPSI).

En los últimos informes de la Fundación ya se advertía sobre el complejo escenario de Argentina y Latinoamérica en su conjunto respecto a las vulneraciones digitales. El documento publicado en julio de 2025 ya presentaba a América Latina como la región “con el crecimiento más acelerado en incidentes cibernéticos a nivel global, registrando una tasa de incremento anual del 25% durante la última década”.
La presentación de mitad de año también usó de fuente a Check Point para indicar que el 21% de los ataques se centraron sobre instituciones gubernamentales, un hecho que adelantó la última revelación sobre la filtración de datos del Estado argentino en la dark web.
Una deuda de políticas estatales de protección de datos
Para Eduardo Glavinich, “esto tiene una gravedad, no solo por la violación de las bases de datos, sino en el mercado negro donde recae esto” y advirtió que los activos digitales no están dentro de las políticas de seguridad o la política de inteligencia, es decir, en la mira para la prevención o en el análisis de escenarios futuros.
Otro punto clave será la postura del gobierno argentino, que para el especialista experimenta una problemática que se arrastra de gobiernos anteriores, con una política centrada únicamente en el nivel federal del Estado, y que no contempló al resto del sector público, al privado, ni a la sociedad en su conjunto.
Finalmente, centró su crítica sobre los fallos recurrentes de la inteligencia de Argentina y la pasividad de los mecanismos del control, especialmente en el Congreso y en la Comisión de Seguimiento del Organismo de Inteligencia, que no fue conformada con nuevos integrantes.
“Esto es muy importante para la sociedad. Si no se genera una educación y no se le hace ver los riesgos que encierran esta fuga de datos, creo que no hay posibilidad tampoco de soluciones”, concluyó Eduardo Glavinich, director ejecutivo de la Fundación Sherman Kent.




