Enclavada en la antigua Indochina y liberada del yugo colonial francés en 1954, la actual República Socialista de Vietnam fue el epicentro de un conflicto atroz durante los veinte años que siguieron a su independencia. En plena Guerra Fría, el país del sudeste asiático fue el campo de batalla que enfrentó al bloque comunista, liderado por la Unión Soviética y China, contra Estados Unidos y sus aliados.
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Tras la firma de los acuerdos de paz de París, el 27 de enero de 1973, y luego de la retirada de las tropas estadounidenses, era cuestión de tiempo para que sus aliados del gobierno survietnamita cayeran derrotados. Sucedió el 30 de abril de 1975, cuando la capital, Saigón, cayó en poder de la guerrilla del Vietcong, liderada por Ho Chi Minh. Con la reunificación del país, Vietnam pudo finalmente comenzar el camino al desarrollo.

Vietnam, el último gran tigre asiático
En 1986, a poco más de una década del final del conflicto bélico, el gobierno vietnamita puso en marcha la política de reformas económicas, conocida como Doi Moi (“renovación”, en idioma local). Al año siguiente, se aprobaron la ley de tierras, que habilitó su uso privado, y la ley de inversiones foráneas, que creó las condiciones favorables para la llegada del capital extranjero al país.
Durante los siguientes treinta años, la economía de Vietnam despegó. Con una tasa de crecimiento promedio del 6,1% entre 2012 y 2022, el país también alcanzó niveles de desarrollo interno envidiables. Desde 1990 hasta 2022, el PIB per cápita se quintuplicó, al pasar de 2.100 a 11.400 dólares.

De una economía agraria y dependiente de los productos primarios, el país pasó a convertirse también en proveedor de alta tecnología. Actualmente, es el tercer mayor exportador asiático de semiconductores a Estados Unidos, solo superado por Malasia y Taiwán. El gobierno vietnamita se ha fijado el objetivo de formar a 50.000 ingenieros especializados en esta industria de aquí a los próximos cinco años.
La otrora martirizada Saigón, rebautizada como Ciudad Ho Chi Minh, encabeza el ranking de distritos vietnamitas que atraen mayores inversiones extranjeras directas (IED). En 2023, totalizaron 57.630 millones de dólares. Le siguieron la capital, Hanói, con 41.170 millones de dólares, y la sureña provincia de Binh Duong, con 40.400 millones de dólares. A nivel país, la cifra total de IED superó en 2023 los 468.910 millones de dólares.

Un activo socio comercial del agro argentino
El ascenso de Vietnam también es una buena noticia para Argentina. En las últimas dos décadas, el comercio bilateral creció de manera exponencial, hasta convertir al país asiático en nuestro octavo socio comercial. En 2024, el superávit en favor de Argentina fue de 2503 millones de dólares, con exportaciones por 3281 millones e importaciones por 778 millones.
Además, actualmente, es el principal importador de maíz y harina de soja argentinos: durante 2024, más de 6 millones de toneladas de maíz y 3,4 millones de toneladas de harina de soja se embarcaron hacia la nación del sudeste asiático. Un caso testigo es la provincia de Santa Fe, cuyo intercambio con Vietnam aumentó en un 750% desde 2001 hasta 2022. Su participación como destino de las exportaciones de Santa Fe pasó de representar apenas el 0,9% en 2001 al 5,7% en 2022.
