Los líderes demócratas y republicanos reeditarán las elecciones de 2020 y las tensiones son aún mayores.
En un 2024 completamente politizado, las elecciones en Estados Unidos prometen captar la atención de la geopolítica internacional.
Cuatro años más tarde, parece una certeza que Joe Biden y Donald Trump se enfrentarán nuevamente con la presidencia de la Casa Blanca. Ambos ganaron las primeras contiendas de las primarias y se encaminan a ser los candidatos de sus partidos.
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Con el fantasma del Capitolio a sus espaldas y los agobiantes procesos judiciales que pueden haber desgastado al magnate, ¿Trump tiene chances de convertirse en presidente?
Donald Trump, en el banquillo
La derrota de Donald Trump ante Joe Biden en 2020 fue escandalosa. No solo dejó la Casa Blanca entre acusaciones de fraude que rápidamente se desestimaron y una cacería de brujas en busca de adeptos que defendieran sus denuncias, sino que no aceptó el traspaso de mando que caracteriza a las saludables instituciones estadounidenses.
Una vez que se concretó su salida de la Casa Blanca, Trump se expresó en el mitin Save America e incentivó rápidamente a sus seguidores a asaltar el Capitolio para impedir la certificación de la victoria de Biden. Una mancha a la inquebrantable democracia que hoy se dirime en un proceso judicial.

En estos tres años fuera del Ejecutivo, Trump tuvo que someterse a la votación de un juicio político y una serie de procesos judiciales. El momento más complicado fue en 2021, cuando afrontó un impeachment en la Cámara de Representantes por el asalto al Capitolio.
Si bien los demócratas no consiguieron reunir la mayoría necesaria en el Senado para que el pedido de juicio político saliera adelante, hoy la figura de Trump sigue dividiendo aguas, incluso en su propio partido.
Ante la posibilidad de que Trump se presente a las elecciones presidenciales, los estados de Michigan, Minnesota, Georgia y Colorado se adelantaron para prohibir su candidatura.
Colorado fue el único que dictaminó la exclusión bajo la 14° Enmienda, la cual prohíbe a cualquier persona que haya “participado en insurrección o rebelión” ocupar un cargo federal.
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El republicano apeló rápidamente la decisión, y ahora es la Corte Suprema la que determinará si será habilitado o no a nivel nacional.
Sin embargo, esta no es la única causa que enfrenta. En junio de 2023, el fiscal especial Jack Smith lo acusó de 37 cargos, incluyendo la Ley de Espionaje y obstrucción a la investigación, por conservar documentos clasificados en su resort en Mar-a-Lago tras dejar la Casa Blanca.

La carrera presidencial, entre viejos conocidos
Más allá de los largos procesos judiciales que afronta y a la espera del dictamen de la Corte Suprema, Donald Trump sigue adelante y arrancó su campaña.
Pero antes de ilusionarse con la Casa Blanca, primero deberá triunfar en las internas del Partido Republicano. Allí se enfrentará en solitario a una vieja conocida, a Nikki Haley, actual congresista y exgobernadora de Carolina del Norte, quien también fue su embajadora ante las Naciones Unidas entre 2017 y 2018.
El gobernador de Florida Ron deSantis iba a ser otro de sus rivales, pero días antes del comienzo de las primarias decidió retirar su candidatura.
¿Pero qué tantas posibilidades hay de que gane? Los sondeos hablan de una categórica preferencia por Trump, con una intención de voto del 62,7%.
De triunfar en las primarias, algo que prácticamente ya se da por descontado, se encontrará en los comicios nacionales del 4 de noviembre con el mismo rival que enfrentó en 2020: el actual presidente Joe Biden.
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Hoy se habla de una ventaja de Trump en siete estados considerados claves a la hora del voto en el complejo sistema electoral estadounidense: Arizona, Michigan, Nevada, Pensilvania y Wisconsin, Georgia y Carolina del Norte.
Una victoria de Donald Trump y el regreso a la presidencia podría significar un cambio radical de la geopolítica y un reacercamiento estadounidense a los conflictos en Medio Oriente, Ucrania y Taiwán.