Siria se inmiscuye nuevamente en un conflicto interno. Drusos y miembros de tribus beduinas comenzaron un enfrentamiento que provocó la muerte de 89 personas en Sweida. Las fuerzas del presidente interino Ahmed Husein al-Charaa, aliadas con los beduinos, fueron atacadas por Israel en un intento por defender a los drusos.
- Te puede interesar: Siria y el Líbano, los candidatos de Israel para lograr nuevos Acuerdos de Abraham
Por qué se enfrentan drusos y beduinos en Siria
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que monitorea la situación desde Reino Unido, reportó que el conflicto comenzó después de que una tribu beduina en Sweida estableciera un punto de control y atacara a un miembro de los drusos. Los enfrentamientos escalaron hasta secuestros y ataques.
Las fuerzas de seguridad del gobierno de Ahmed Husein al-Charaa intervinieron en la zona, pero el observatorio consideró que se posicionaron del lado de los beduinos, lo que llevó a una intensificación de la violencia y a la muerte de al menos 89 personas.
Israel, que desde diciembre de 2024 se comprometió a proteger a los drusos ante la compleja situación en Siria, intervino en el conflicto con un ataque a los tanques militares sirios.

No es la primera intervención militar de Tel Aviv en el país vecino. Hace meses, estableció su presencia en una zona de seguridad de las Naciones Unidas en los Altos del Golán, como una barrera de contención para prevenir ataques terroristas.
Si bien la diplomacia busca entablar un buen vínculo con el nuevo gobierno sirio, el gabinete de Benjamin Netanyahu desconfía de los supuestos logros de estabilización del presidente interino, Ahmed Husein al-Charaa.
- Te puede interesar: Franja de Gaza: Israel negocia con Hamas un alto el fuego de 60 días y entrega de rehenes
Israel y los drusos ratifican su particular alianza
La caída del régimen de Bashar al-Assad marcó un cambio de época para los drusos, una minoría religiosa vinculada a la rama chiita del islamismo asentada en Sweida y otras localidades cercanas a los Altos del Golán y la frontera con Israel.
El actual gobierno, tomado por los rebeldes que tomaron el poder en diciembre, mantiene una agenda que consiste en desprenderse de los símbolos que caracterizaron durante décadas la dictadura de la familia al-Assad. Entre ellos, la cercanía de Siria al Islam en busca de la pluralidad de religiones y las minorías.
Ante este nuevo panorama, los drusos buscan tener mayor participación en el nuevo Estado sirio y la consiguieron parcialmente a través de Amjad Badr, quien hoy ocupa el ministerio de Agricultura. Sin embargo, otra parte desconfía de Ahmed Husein al-Charaa y confronta la lógica de poder actual.

Las experiencias pasadas, como el atentado del ISIS de 2018 que asesinó a 200 drusos en Sweida, llevaron a la militarización de la minoría religiosa ante el terrorismo y otras amenazas que se dieron en el marco de la guerra civil siria.
En diciembre de 2024, los drusos mostraron su preocupación ante la frágil situación nacional y se acercaron a Israel con una solicitud de protección e incluso una anexión de las urbes controladas. Si bien esta última medida no prosperó, al ser considerada una posible semilla para un conflicto entre Israel y el nuevo poder en Siria, Tel Aviv permaneció como un actor con injerencia en el sur de los dominios de Damasco.




