Dmitry Kozak, ex subjefe adjunto de la Administración Presidencial de Rusia y uno de los funcionarios más cercanos a Vladímir Putin, presentó su dimisión tras mostrarse crítico con la estrategia militar en Ucrania. La salida del dirigente, con más de dos décadas de trayectoria, representa la primera fractura visible dentro del gobierno ruso desde el inicio de la invasión a gran escala en 2022.
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Según informaron fuentes próximas al Kremlin, Kozak había advertido sobre los riesgos de la guerra antes de su inicio y defendía alternativas diplomáticas frente a la ofensiva militar.
Guerra en Ucrania: el punto de quiebre en la relación Putin-Kozak
Dmitry Kozak se mostró crítico con la conducción de la guerra, advirtiendo que las decisiones militares podían traer graves consecuencias para la economía, la diplomacia y la estabilidad interna del país. Sus recomendaciones para buscar vías diplomáticas fueron desestimadas por el círculo más cercano al presidente, lo que generó un creciente aislamiento dentro del gobierno.
El ahora exfuncionario cuestionaba no solo la ofensiva en sí, sino también la forma en que se gestionaban los territorios ocupados y la asignación de recursos para sostener la operación militar, diferencias que finalmente lo alejaron de la cúpula del poder.

Por su parte, la salida de Dmitry Kozak generó un impacto significativo tanto a nivel interno como internacional. Internamente, su renuncia se interpreta como una consolidación de la línea dura dentro del Kremlin y la centralización del poder en torno a ciertos funcionarios, reduciendo el espacio para voces moderadas o críticas.
A nivel internacional, dicha dimisión fue vista como una señal de las tensiones internas en Rusia respecto a la conducción de la guerra en Ucrania. Su salida podría influir en la percepción global sobre la estabilidad política rusa y su enfoque hacia el conflicto.
Quién podría ser el nuevo subjefe de la Administración del presidente de la Federación Rusa
Tras la renuncia de Kozak, aún no se confirmó oficialmente quién ocupará su lugar como subjefe de la Administración Presidencial, uno de los puestos más estratégicos del Kremlin.
El cargo no solo coordina las decisiones internas de la administración, sino que también mantiene un contacto directo con la oficina presidencial, supervisa la gestión de recursos y contribuye a la implementación de la política del presidente en todas las áreas del Estado.

Entre los nombres que circulan se menciona a Serguéi Kiriyenko, actual primer vicedirector de la Administración del Presidente de Rusia, conocido por su línea dura y su creciente protagonismo en la gestión de los territorios ocupados en Ucrania.
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Kiriyenko mantiene un vínculo con la administración rusa desde hace años y es considerado cercano al núcleo duro del presidente Putin, lo que lo posiciona como uno de los candidatos más probables para el puesto.
Otros nombres posibles son funcionarios menos visibles, pero con experiencia en la administración estatal y cercanos a Putin, aunque hasta el momento no hay anuncios formales.