El fundador y CEO de Telegram, Pável Durov, fue arrestado en Francia en calidad de cómplice: se lo acusa de haber permitido o colaborado para el tráfico de drogas, transacciones ilegales, pedofilia y distribución de malware.
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Todos estos delitos habrían sido realizados a través de su aplicación, una red social que hace tiempo está bajo sospecha de funcionar como un espacio sin regulaciones.
Detención, 12 cargos en su contra y prohibición para salir de Francia
Pável Durov fue detenido el 24 de agosto en el aeropuerto de París-Le Bourget a raíz de una orden de arresto que emitió Francia. El creador de Telegram era buscado por su complicidad en tráfico de drogas, delitos contra menores y fraude de agrupaciones criminales como consecuencia de la falta de moderación de su red social.
En total se lo acusa de 12 delitos que incluyen la resistencia a cooperar, favorecer el blanqueo de capitales y ser parte de una asociación criminal al permitir delitos con penas mayores a 5 años.
El ruso-francés negó todos los cargos y tras comparecer ante la Justicia francesa fue liberado tras pagar una fianza de cinco millones de dólares después de pasar cuatro días en prisión. Además, le fue impuesta una prohibición para salir del país por un plazo de seis meses.

Desde la representación legal de Telegram afirmaron que “Durov no tiene nada que ocultar” y que la plataforma que opera a nivel mundial cumple con todos los requisitos impuestos por Europa para las redes sociales.
“Es absurdo afirmar que una plataforma o su propietario son responsables del mal uso de esa plataforma. Casi mil millones de usuarios en todo el mundo utilizan Telegram como medio de comunicación y como fuente de información vital”, concluyó el mensaje publicado en el canal oficial de la plataforma de mensajería.
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Guerra en Ucrania y la ilegalidad, las dos caras de Telegram
En los dos años que transcurrieron desde el comienzo de la guerra entre Ucrania y Rusia, ambos bandos utilizan Telegram como un método de comunicación alternativo a los medios tradicionales y otras redes sociales.
La creación de Durov emergió como una fuente de información de lo que sucede verdaderamente en los frentes de batalla, frente a la tendencia a la desinformación o a la ocultación de los hechos de otros medios o redes.

Sin embargo, su uso también está en manos de delincuentes, en mayor medida de lo que sucede en plataformas como Instagram, Facebook y X (ex Twitter). Telegram es la app elegida por las agrupaciones criminales, principalmente para la actividad delictiva como la comercialización de estupefacientes y de software malicioso, fraude, pedofilia y delitos de odio.
La falta de moderación y el cifrado de extremo a extremo en todas las conversaciones, mecanismo de seguridad para proteger el contenido, hace que la plataforma esté sujeta a otro tipo de procesos.
En cambio, la aplicación distribuye la información almacenada en la nube en distintos centros de datos y jurisdicciones, que al mismo tiempo obstaculiza el acceso de los países a estos datos y hace que necesiten una orden judicial que retrasa los procesos de investigación.

Las únicas conversaciones de Telegram que incluyen el cifrado que se usa en otras redes sociales como WhatsApp son los llamados “chats secretos”. Este método de contacto es diferente a la vía tradicional y permite que los mensajes no puedan reenviarse a otras personas, tienen una opción de “autodestrucción” durante el tiempo que el usuario implemente y no están guardados en la nube, sino que se quedan solo en el dispositivo asociado.
¿Qué puede pasar con Telegram?
De momento, la plataforma de Pável Durov sigue funcionando con normalidad y no se vio afectada por la implicación en una causa judicial de su fundador y CEO. Sin embargo, está pendiente conocer el alcance de los efectos de la investigación que se encuentra en manos de la Justicia francesa.
Si Durov es encontrado culpable de los 12 cargos que hoy lo tienen como cómplice por acción u omisión de la actividad delictiva en Telegram, podría llevar a que la aplicación cambie su política de transparencia y su colaboración con las autoridades, dos de los puntos más criticados por la comunidad internacional.
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Esto podría sentar un precedente no solo para esta aplicación, sino para todas las que están sospechadas de ser un espacio sin control para los grupos criminales. Resta saber si Pavel Durov y el resto de los ejecutivos pueden ser condenados por delitos cometidos por terceros en una red social.