El presidente Lula anunció que su país se sumará a la OPEP+ a partir de enero. Brasil será el 24° integrante de un grupo formado por los principales productores de petróleo del planeta.
Desde enero de 2024, Brasil se sumará a la OPEP+, una organización nacida en 2016 a partir de la aplicación de la histórica Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y que incluye a otros dos socios latinoamericanos: Venezuela y México.
“Creo que es importante que participemos en la OPEP+ porque tenemos que convencer a los países que producen petróleo de que tienen que prepararse para reducir los combustibles fósiles”, dijo el presidente brasileño Lula desde Dubái (Emiratos Árabes Unidos), donde participó de la COP28.
El mandatario brasileño agregó que preparar la transición energética “significa aprovechar el dinero que ganan con el petróleo y hacer inversiones para que un gran continente como América Latina pueda producir los combustibles renovables que necesita”.

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La OPEP y la crisis del petróleo
Nacida en 1960, la OPEP estuvo integrada originalmente por Arabia Saudita, Irán, Irak, Kuwait y Venezuela, el grupo se amplió hasta los trece miembros actuales, la gran mayoría de los cuales son de Medio Oriente y África. Su objetivo es unificar las políticas de los Estados miembros para conseguir un “precio estable y justo” del barril de crudo.
Además de Venezuela –socio fundador–, el otro país latinoamericano que se incorporó en su momento a la OPEP fue Ecuador. Lo hizo en 1973 y se retiró en 1992, en un contexto de caída del precio del barril. Bajo el gobierno de Rafael Correa, Ecuador regresó a la OPEP en 2007 y permaneció en la organización hasta 2016, cuando volvió a abandonarla.
La OPEP tuvo un rol clave durante la siguiente década cuando, por impulso de sus socios árabes, indujo a una reducción de la oferta de crudo y provocó un fuerte aumento de los precios que sacudió a los países importadores, principalmente a las economías de Occidente. El resultado fueron las dos “crisis del petróleo”, la primera de ellas producida entre 1973 y la segunda en 1979.

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La nueva OPEP+ y el ingreso de Brasil
En 2016, el contexto era de una fuerte caída del precio del barril, de más de 100 dólares a un rango de entre 30 y 50 dólares en solo dos años. En un esfuerzo por sumar masa crítica al grupo, la OPEP decidió entonces aliarse con otros diez países productores. Para esto fue clave el acuerdo entre la monarquía saudita y el gobierno de Vladimir Putin.
Rusia lideró el grupo de diez naciones que se sumaron para conformar la denominada OPEP+, entre ellos México, el segundo mayor productor de crudo de América Latina detrás de Brasil. Se estima que el bloque actual de la OPEP+ es responsable del 60% de la producción global de petróleo y posee el 81% de las reservas probadas de todo el mundo.
Ahora es el turno de Brasil, un país que protagoniza desde hace 15 años la “revolución del pre-sal”. Así se conoce a las formaciones geológicas ubicadas debajo de la capa de sal, en las profundidades de la plataforma continental del país. La producción de petróleo dio un salto en la última década, al pasar de 2,15 millones de barriles diarios en 2012 a 3,02 millones de barriles en 2022.

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La entrada de Brasil en la OPEP+ no implica que el país participe necesariamente de la política de cuotas que aplica la OPEP para controlar el precio del crudo, según señaló el presidente de Petrobras, Jean Paul Prates. El lugar del gigante sudamericano será el de observador, lo que no quita que la decisión tenga un impacto indudable en los equilibrios geopolíticos internacionales en una era del petróleo que comienza a desandar sus últimas décadas.